De origen Navarro, Roberto Torres recaló en el juvenil del Osasuna allá por 2006. Tras disputar una temporada en el juvenil, dio el salto al filial, donde se convirtió en la perla de la cantera y completó 5 temporadas en las que alternó entrenamientos y algún que otro partido con el primer equipo. Precisamente, su debut en primera división se fraguó de la mano de Mendilibar en diciembre de 2011 ante el Málaga en la Rosaleda, justo un año antes de firmar su primer contrato profesional con el club de su vida. El primer gol de Roberto en la categoría tuvo que esperar, y tras una discreta primera temporada anotó en el Santiago Bernabeu en su primer partido como titular, lo que no valió para que su equipo puntuase ya que el Real Madrid se impuso por 4-2.

En la presente temporada acumula 29 participaciones, de las que partió de inicio en 21 ocasiones para completar un total de seis partidos enteros y 1.695 minutos. Su desgaste en la medular obliga en numerosas ocasiones a refrigerar el medio campo y dar entrada a un sustituto. Sin embargo, Roberto Torres no es un centrocampista que destaque por su despliegue físico, sino que su fuerte es su facilidad para unir líneas, en concreto, la zaga con la delantera. Podríamos enmarcarlo en la posición de ‘ocho’, ya que se encuentra más cómodo con un complemento en medio campo, el que suele ser Fran Mérida. De todas formas, su perfil también se adapta al del clásico mediapunta o ‘diez’, por lo que puede cumplir en ambas demarcaciones. Esta temporada acumula dos goles, dos asistencias y 38 golpeos, lo que deja entrever la facilidad que tiene para aproximarse al área rival.

En las últimas jornadas no ha cuajado su presencia en el once, lo que no descarta para nada que esté en la formación titular ante el Lugo. Como todo equipo, el Osasuna tiene múltiples bazas, pero Roberto Torres es, sin duda, un valor a tener en cuenta.

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Sobre el autor
César Fieiras Ceide
Lucense. Estudiante del Doble Grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual (USC). Futbolero