El Real Madrid pasa como un rodillo por Europa. La capacidad ofensiva que tiene el conjunto blanco es algo tan obvio como los números. Y es que se nota que la Champions es su competición fetiche. Aquella por la que anhelan y que les volvería a consagrar como el mejor equipo del mundo. Muy atrás ha quedado aquello que se decía de que al Madrid solo le tocan rivales fáciles y que nunca ganan a los grandes. Esta edición demuestra que esas teorías poco fundamento tienen y que los pupilos de Zidane están viviendo, sin lugar a dudas, una de las épocas más exitosas de la historia del club.
Parque de los Príncipes. "Los aplastarán". "Neymar hará 'diabluras' sin Carvajal". "Di María quiere venganza". "Son los favoritos". Muchas cosas son las que se decían cuando al Real Madrid le tocó enfrentarse con el cuadro de Unai Emery en octavos de final. Tras quedar segundos en la fase de grupos y no cosechar unos buenos resultados en Liga, ya daban por muerto al vigente campeón de Europa. Pero, el desenlace fue otro, ese que todos conocen. El caso es que el PSG no había perdido ni un solo partido en casa en lo que llevaban de temporada hasta enfrentarse al Madrid. Primera prueba superada (5-2 global).
De París a Turín
Juventus Stadium. La 'Vecchia Signora' recibía en la ida de cuartos de final a un Madrid con dudas. Pese a que eliminó al PSG, los malos resultados en Liga pesaban y los italianos habían calentado el partido. Perdieron la final el año pasado y era una ocasión única para servir la venganza en un 'plato' frío. Uno de los grandes de la historia como Buffon se enfrentaba ante, probablemente, su última oportunidad para ganar una Champions. Pero para sorpresa de muchos, el Madrid metió tres goles al subcampeón de Europa en su estadio, que llevaba 74 partidos sin ver caer a los suyos en casa. Con dificultades, pero con grandeza, el Madrid volvió a superar la prueba (4-3 global).
De Turín a Múnich
25 de abril. Allianz Arena. El campeón de la Bundesliga y finalista de la Copa Alemana abría sus puertas a un Real Madrid que venía de pinchar en casa con el Athletic. Pero ya se sabe que cuando el Madrid escucha la sinfonía de la Champions es otro. Pese a que el Bayern dominó el partido, lo que cuenta son los resultados y en eso el Madrid está implacable. Otra victoria en un campo que, al igual que el del PSG, no había visto perder a su equipo en toda la temporada. La vuelta aún está en el aire pero, algún mérito tendrán, ¿no?