Este próximo domingo se decide la Segunda B. Una jornada emocionante en que equipos, como el Celta B, apurarán sus opciones de llegar al playoff de ascenso a Segunda División. Los de Rubén Albés, pese a no depender de sí mismos, buscarán ante el Guijuelo tres puntos que les puedan dar el pase a la ansiada fase de ascenso.

Los últimos tropiezos del filial celeste, ante el Talavera de la Reina, con los que empataron a uno en Barreiro, y ante el Navalcarnero, el pasado fin de semana, donde perdieron, han hecho que el Celta B llegue a final de temporada sin el objetivo conseguido y dependiendo de equipos como el Rápido de Bouzas o el propio Navalcarnero.

El destino ha querido que estos dos equipos jueguen esta última jornada el uno contra el otro. Por lo que, una serie de resultados, puede acabar con los celestes clasificándose sobre la bocina para la ansiada fase de ascenso a Segunda.

El primer paso es que los de Albés consigan una victoria, que en principio debería ser fácil, ya que el Guijuelo no se juega nada a estas alturas de la temporada. Salvados desde hace ya algunas jornadas, los salmantinos saldrán sin la tensión competitiva propia de estas fechas en equipos que se están jugando la vida.

A pocos kilómetros de Barreiro, en el Estadio Baltasar Pujales, una serie de carambolas dará con la clasificación de los celestes. Si ganan el Navalcarnero, serán los madrileños los que vayan a la fase de ascenso. Pero si es el Rápido el que sale ganador, habrá que ir a la diferencia de goles general, que ahora mismo es de +2 para el club de Bouzas y donde puede darse una situación inédita en la élite del fútbol español. Si el Celta gana, superando al final la diferencia de goles, pasarán los celestes, pero si por un casual, empatan en la diferencia de goles general, acabará decidiéndose por las tarjetas amarillas y rojas que ha visto cada equipo.

Una situación nunca antes vista en el fútbol español, que se da por el empate a todo entre los dos equipos. Un resultado final que acabaría con el equipo de Rubén Albés clasificado, ya que ha recibido menos amonestaciones a lo largo de la temporada que el otro equipo de la ciudad olívica.

La temporada llega a su final y el Celta B se lo juega todo a una carta. Un partido a cara o cruz que le puede llevar a la gloria y darles la posibilidad de subir a la categoría de plata, por segundo año consecutivo, o por el contrario, acabar con el sueño de los jóvenes canteranos, adelantando sus vacaciones, y por ende, el trabajo de planificación de la siguiente temporada en plaza España.