Siete temporadas en las que la nota dominante ha sido el trabajo y el esfuerzo se cerrarán e el final del siguiente partido al de la UD Las Palmas. Ander Capa ya se ha despedido definitivamente de sus compañeros y de la afición en el día de hoy, en una rutinaria especie rueda de prensa, con aire de despedida.

En ella apenas se le ha preguntado al jugador de Portugalete, que se ha limitado a despedirse de todas las personas cercanas que ha conocido durante más de un lustro en la SD Eibar. Desde los jugadores de la plantilla, pasando por el entrenador y los utileros, llegando a la gente de oficinas y a aquella cuyo trabajo tampoco se ve. Un gran gesto de Ander.

El jugador ahora en propiedad del Athletic Club de Bilbao comenzó su despedida haciendo un recorrido a su extensa trayectoria en el club armero, explicando cómo aterrizó en el equipo filial hace casi una década y a petición de Gaizka Garitano, donde militaría en la tercera división. Desde entonces el ascenso al estrellato del club y del propio jugador fue algo increíble, tal y como el proclama.

También hubo tiempo para realizar algunas preguntas, aunque fueron tan sólo un par de ellas. La primera fue acerca del recuerdo más dulce que el lateral vasco atesoraba de su experiencia vistiendo la zamarra armera. Como era de esperar, Ander confesó que el ascenso a Primera División era uno de ellos, el más importante quizá, pero que guardaba muchas anécdotas bonitas en su club.

Por último, la otra de las preguntas fue sobre cómo vivió su último año en el Eibar, a pesar de que se supo desde el principio de temporada que él había fichado por el Athletic Club. El jugador se limitó a decir que trató de no pensar en ello, tan sólo jugar y disfrutar del que sería su última campaña con sus compañeros eibarreses.

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