En los últimos años, coincidiendo con el duro periplo en Segunda División, la afición se ha consagrado como el activo más valioso del Real Zaragoza. Los jugadores, entrenadores y directivos han ido cambiando, pero la afición siempre ha estado ahí dejándose todo por el equipo de sus amores.

Toda persona que simpatice con el Real Zaragoza se acordará del verano de 2014. Tras varios años de infierno y decadencia en manos de Agapito Iglesias, el club parecía abocado a su desaparición. Sin embargo, el día 17 de julio la afición blanquilla se echó a la calle para salvar al equipo y reclamar un futuro digno. Miles de personas se vistieron con su camiseta blanquilla y recorrieron las calles de Zaragoza desde La Plaza del Pilar hasta La Romareda. La concentración fue todo un éxito, y días más tarde la Fundación 2032 consiguió hacerse con el club y salvarlo.

Ya lo dijo el famoso poeta Benito Pérez Galdos: Zaragoza no se rinde. La reducirán a polvo: de sus históricas casas no quedará ladrillo sobre ladrillo; caerán sus cien templos; su suelo abrirase vomitando llamas; y lanzados al aire los cimientos, caerán las tejas al fondo de los pozos; pero entre los escombros y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde”. Esa lengua viva es la afición zaragocista, la que siempre estará junto a su equipo y que sin lugar a duda llevará al Real Zaragoza de vuelta a Primera División.

Durante la primera parte de la presente campaña, la hinchada del león ha estado por encima del equipo. Sin embargo, esta segunda vuelta el equipo ha reaccionado, y a poco que el conjunto aragonés ha ofrecido a sus seguidores,  se han volcado aún más si cabe con el equipo.

Todo empezó en Soria

Tras cosechar tres victorias seguidas, los aficionados aragoneses sabían que era su momento, debían impulsar al equipo para colocarlo en la lucha de ascenso a Primera División.  Así pues, se desplazaron alrededor de tres mil zaragocistas a Soria para enfrentarse al CD Numancia. El campo se convirtió en una “mini” Romareda y el ambiente fue espectacular. La invasión blanquilla fue todo un éxito y el Real Zaragoza volvió a casa con los tres puntos.

Seguidamente el Lorca FC visitó Zaragoza. El campo presentó uno de los primeros grandes llenos de la temporada, con perdón de los tornos de La Romareda y las cifras de la LFP que tan solo declararon 23.903 espectadores.

Con el éxtasis en el cuerpo, el Real Zaragoza visitó Pamplona. No lo hizo solo, ya que le acompañaron alrededor de 500 aficionados que se dejaron la voz durante todo el partido y no pararon de animar. Otra victoria para los maños y otra gran movilización, perfecta sintonía entre victorias y grandes desplazamientos.

Tras la dura derrota en casa frente al Sevilla Atlético, la afición zaragocista no dejó solo a su equipo en el siguiente partido fuera de casa, y alrededor de 400 maños se movilizaron hasta León. La afición del Real Zaragoza volvió a ser determinante en un encuentro lejos del Estadio Municipal de La Romareda, y el equipo consiguió una victoria que le metió de lleno en puestos de playoff.

Por fin llegó el derbi

El choque frente a la SD Huesca no pudo llegar en mejor momento. El Real Zaragoza se encontraba sumergido en una gran dinámica y sus aficionados estaban completamente volcados con sus futbolistas. Dos horas antes del partido, los aficionados zaragozanos prepararon un caluroso recibimiento al equipo que fue todo un éxito.  Un total de 28.917 espectadores abarrotaron La Romareda y crearon una atmósfera de ensueño. La afición del león, el jugador número doce, fue clave y el derbi se quedo en casa.

El próximo desplazamiento fue a Madrid, para enfrentarse al Rayo Vallecano. Pese a que el equipo no estuvo a la altura de los últimos partidos, si que lo estuvo la afición. Aproximadamente 500 blanquillos se desplazaron hasta Vallecas para darlo todo por el club. El siguiente gran desplazamiento fue a Reus, donde 400 fieles aficionados apoyaron al equipo en un partido disputado en viernes noche, más mérito aún si cabe para estos leones.

La última víctima del Real Zaragoza fue el Sporting de Gijón, que visitó La Romareda el pasado sábado. Nuevamente los aficionados aragoneses realizaron un recibimiento espectacular. Las cifras hablan de 26.472 espectadores, aunque la sensación era de lleno absoluto. La afición blanquilla no paró de animar y llevo en volandas a su equipo hasta la victoria. Al terminar el partido los futbolistas salieron de nuevo al césped para dar las gracias a sus seguidores y cantar junto a ellos. 

Si algo ha quedado claro esta temporada es que la afición es el mejor patrimonio que tiene el Real Zaragoza. Mientras haya un zaragocista vivo, siempre habrá Real Zaragoza.  

¡GRACIAS AFICIÓN!