Se acerca el trascendental choque contra el Córdoba y la Unión Deportiva Almería lo sigue preparando en su línea. Si los rojiblancos alcanzan la victoria, cerrarán otra etapa para olvidar, pero conseguirán la ansiada permanencia. A partir de ese momento, ya podrán empezar  a planificar el curso que viene para terminar algo mejor la temporada. Actualmente, tras la merecida victoria contra el Granada, el Almería es decimoquinto con 46 puntos a cuatro por encima del Córdoba, rival que marca el descenso.

A pesar de su situación en la tabla, el próximo rival es de los mejores en la segunda vuelta. De hecho, ha conseguido 24 puntos de los últimos 32 posibles. Al igual que el Córdoba, aunque en menor magnitud, el Almería ha volteado una situación adversa a partir de la llegada al banquillo de Fran Fernández. Las dos victorias locales y el empate cosechado en Tenerife avalan su proyecto. Fernández ha demostrado ser un entrenador metódico, pues pretende que la preparación de sus jugadores se produzca alejada de los focos. Así, los rojiblancos entrenaron a puerta cerrada ayer, al igual que lo harán durante las dos próximas sesiones, hoy viernes y mañana sábado. El mismo domingo viajarán a Córdoba. Además, en el entrenamiento de ayer, el técnico contó con numerosos jugadores del filial.

Por otra parte, Marco Motta y Rubén Alcaraz arrastran molestias, aunque se prevee que vuelvan a la normalidad. En el parte de lesiones, Mandi y Fran Rodríguez se pierden toda la temporada, a esos nombres hay que añadir los de Pablo Caballero y Verza, ambos fuera por lesión muscular. A lo largo de la semana, se han producidos diversas declaraciones por el vital partido, pero todas bajo un fondo común: la esperanza de alcanzar la permanencia este domingo. Miguel Ángel Corona, director deportivo de la entidad rojiblanca aseguraba: "Estamos en un momento perfecto para enfrentar este tipo de partidos". Fidel Chaves comparecía en rueda de prensa el martes pasado y afirmaba que "estamos en una dinámica positiva y con buenas sensaciones". El ambiente en el vestuario es bueno así como las sensaciones en el campo, un signo positivo que quiebra la imagen de fractura de otros años. Declaraba luego que si el equipo sale a empatar va a sufrir demasiado, aunque reconocía que el propio empate es un buen resultado. Sulayman también ha pasado por los micrófonos estos días y reconocía que "encuentros como este son los que gusta disputarlos".

Queda muy poco ya para el partido del domingo, pero las ganas y la preparación parecen óptimas.