El Club Deportivo Leganés vivió el pasado sábado una jornada muy espacial en varios sentidos. La jornada 39 de la Liga Santander fue mágica en la tarde le Leganés. El conjunto pepinero puso fin a una muy buena temporada con una gran victoria ante el "EuroBetis". Fue una tarde especial también ya que fue el último partido en el que Asier Garitano dirigiría su último partido como entrenador del Lega y en el que Martín Mantovani defendería por última vez la camiseta blanquiazul del cuadro pepinero. Dos héroes de un Leganés que llegó desde Segunda "B" para hacer historia. Pero no solo fue una tarde de despedidas, tambien fue una tarde de reencuentros.

Jon Ander Serantes, portero del Club Deportivo Leganés, volvió a los terrenos de juego después de estar lesionado durante mucho tiempo. Se lesionó en noviembre de 2016 de la rodilla derecha. Luego llegaron los problemas de hombro y renovó por tres años. En enero se le reinscribió, pero desde entonces solo había ocupado el banquillo. Este sábado, Asier Garitano decidió ponerle en el once titular y fue un gran acierto. Vestido de negro, con el brazalete de capitán (a Garitano no le gustan que los porteros sean capitanes, pero éste era un duelo de excepciones), Serantes tardó 34 segundos en tocar su primer balón. Un centro mordido que atajó seguro. Le llovió una ovación tras la que se jugó un choque del que fue el mejor. Porque como en los tiempos en los que jugaba día sí, día también, Serantes se multiplicó para atajarlo casi todo. En los últimos 45 minutos regaló pesadillas entre los béticos. A Fabián le sacó una a bocajarro a un metro de la línea. A Campbell, una semichilena que olía a gol. Y a Rafa Navarro, un zapatazo que iba a la escuadra. Justo después sintió una molestia que casi le agua la fiesta a él y a Mantovani.

Sin duda alguna la vuelta de Serantas a la portería del CD Leganés es una gran noticia ya que es un porterazo y aumentará la calidad de la portería pepinera.