El conjunto madrileño viajaba a tierras catalanas para disputar la última jornada del exitoso campeonato liguero. En el pensamiento de todos un único objetivo: redondear la magistral temporada haciendo historia y logrando el título de campeón de la Segunda División. El partido serviría de reconocimiento para toda la plantilla del equipo franjirrojo y para ello Míchel iba a dar la oportunidad a hombres no tan habituales pero imprescindibles para lograr el ascenso.

De inicio los visitantes trataron de realizar el juego que tan buen resultado les había dado, adueñándose del balón y de la posesión. El conjunto tarraconense, presionado por su proximidad a los puestos de descenso, saltó al campo con una mayor intensidad que acabó transformándose en goles. Al descanso los locales llegaban con una ventaja de dos goles, pero, pese al resultado, la imagen de los menos habituales del cuadro rayista no era mala.

En el segundo tiempo los catalanes se emplearon en la defensa de un resultado que les otorgaba la permanencia en la categoría. Por su parte, los vallecanos proseguían en su idea de tener el balón y tratar de generar ocasiones de peligro.

Finalmente, el partido concluyó con el mismo resultado con el que se había llegado al descanso y ambos conjuntos terminaron el partido llenos de alegría, los locales por haber logrado la permanencia y los visitantes por haberse proclamado campeones de la categoría.

Análisis una vez terminada la temporada

Michel terminó el partido muy feliz por haber hecho historia con el club de su vida, el Rayo Vallecano, y así lo reconoció ante la prensa: "Año histórico, especial en lo personal por ser de Vallecas. Enhorabuena a los jugadores porque son los verdaderos artífices y protagonistas de este juego. Gracias porque han hecho una temporada excepcional, los 24 van a entrar por méritos propios en la historia del Rayo Vallecano", afirmó el técnico.

El técnico transmitió su alegría "por ellos", los jugadores, "sus familias y por la afición que ha venido aquí a ayudarnos también para ser campeones".

Reconoció el mérito y la dificultad de todo lo conseguido, pues "no es fácil" competir con grandes equipos "con grandes ciudades detrás" y asumió que para él "era un sueño y al final se ha conseguido".

Del mismo modo, transmitió unas palabras de agradecimiento a los jugadores, a la afición: "a toda mi gente, a mi familia, a mi mujer, mis hijos, al barrio porque es algo histórico que se merece".

El futuro

Tratando de pensar en lo que iba a venir después de lo conseguido, en cómo iban a ser los meses siguientes, así como la próxima temporada en la máxima categoría del fútbol español, Míchel se mostró, en un primer momento, cauto recomendando "celebrar este título que es algo histórico".

Del mismo modo, puso su vista más en el futuro y reconoció, debido a que "el fútbol no para", "hay que pensar en la temporada siguiente". Transmitió su deseo de "intentar que las cosas se hagan cada vez mejor, que el Rayo siga creciendo como club, pues tenemos mucho margen de mejora".

Por último, asumió la clave del éxito de esta temporada y la que puede ayudar en la mejora del club: "Hay que trabajar todos juntos y este año ha habido una comunión total. Primero la plantilla entre ellos, que es fundamental, para conseguir un éxito como este los jugadores, tienen que estar unidos y comprometidos y este equipo lo ha conseguido. Luego que todos los estamentos del club estén de la misma forma, esa unión y comunicación que ha habido con la afición también es importantísima".

Concluyó con la recomendación y la petición de "disfrutar de la Primera División y ojalá sea por mucho tiempo".