Con tan sólo 25 años, Borja Iglesias se ha convertido en uno de los jugadores de moda de la Categoría de Plata del fútbol español. El delantero gallego ha disputado la temporada 2017/18 en las filas del Real Zaragoza en calidad de cedido por el Celta de Vigo. Ha sorprendido a propios y a extraños. A pesar de su juventud, ha sabido llevar a sus espaldas el tremendo peso que supone ser el referente de un club histórico como lo es el Zaragoza, cuyo objetivo es siempre el de ascender a Primera División.

En su paso por la Segunda División B ya plasmó su talento con la escandalosa cifra de 34 goles en 39 partidos, anotados de la mano del Celta B. Su gran actuación provocó que el equipo maño pusiera su mira en él para incorporarlo al club de cara a esta temporada, y si alguien temía que La Liga 1|2|3 se le fuera a quedar grande, estaba equivocado.

El gallego también ha repartido seis asistencias

Rematador, definidor, ágil y móvil son algunas de las cualidades que definen a uno de los atacantes más peligrosos y completos de la competición. Tanto la categoría como sus compañeros le han venido como anillo al dedo. Ha conseguido unos números asombrosos de cara al gol, siendo el cuarto máximo realizador (empatado con Sergi Guardiola) con 22 tantos.

El próximo miércoles será la primera vez que el de Santiago de Compostela esté presente en un choque tan importante como lo es un partido de playoffs de ascenso a La Liga Santander, pero su hambre de gol y de victoria lo convierten en un jugador hecho para las grandes citas.

Además, ya sabe lo que es batir la meta del Numancia, pues durante el enfrentamiento de ida, Borja Iglesias anotó un gol de penalti. El estadio de Los Pajaritos será el próximo testigo de su gran fútbol, por lo que el conjunto soriano tendrá que prepararse a conciencia para frenar en seco a este depredador del área.

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