La temporada de Osasuna no será guardada en la videoteca del estadio del Sadar, eso ténganlo claro.

La suma de los malos resultados en casa y la poca iniciativa que mostraban los futbolistas de Osasuna cuando su entrenador decía estar jugando "finales" terminó por distanciar a la afición de su equipo. Lo dicho provocó que gran número de socios dejaran de bajar al Sadar cada fin de semana y a consecuencia de ello ni Osasuna se ha clasificado para los Playoff de ascenso a Primera División ni Diego Martínez seguirá al frente del equipo la próxima temporada.

Osasuna partía con ventaja, económica, con respecto a sus competidores gracias a la ayuda por descenso que proporciona la LFP. Dado lo cual, Osasuna decidió invertir mucho dinero en la confección de una plantilla de garantías para luchar por el ascenso. Sin embargo, el resultado final ha sido desastroso con un Osasuna que terminó la Liga 123 en octava plaza. 

La temporada comenzó con buen pie, se veía un equipo sólido al que era difícil hincarle el diente. 11 partidos consecutivos sin conocer la derrota dieron buena fe de ello. Aun así había muchos que compartían la idea de que Osasuna no tenía un estilo de juego definido y que los resultados corto-placistas podían ser engañosos. 

Pasaban las jornadas y Osasuna cada vez generaba más y más dudas. Su técnico culpaba al viento, hielo, nieve, árbitro o mala suerte de los s malos resultados que empezaban a llegar asiduamente al Sadar. Histórico fortín de Osasuna que este año ha sido un auténtico despropósito. 

La gota que colmó el vaso fue el encuentro disputado ante el Real Zaragoza, máximo rival. Osasuna hizo un verdadero partidazo, el público disfrutó como en los antiguos tiempos. Sin embargo, el jarro de agua fría fue tremendo. Un inspiradísimo portero sumado al exquisito olfato goleador que mostró el delantero zaragozista Borja Iglesias dejaron a Osasuna en la cuneta. El conjunto de Pamplona cayó 1 a 2 y a pesar del juego realizado, todo quedó en un espejismo.

Este partido fue una auténtica losa sobre el ánimo de los futbolistas de Osasuna del que no lograron recuperarse en el resto de temporada. Son de esos partidos que marcan, y marcan de verdad, por eso desde VAVEL lo calificamos como el peor momento en la temporada osasunista sumado, sin lugar a dudas, al último partido en Zorilla ante el Real Valladolid que clasificaría a este último para el Playoff de ascenso en detrimento de Osasuna.