Cuando toca rehacer un equipo, la labor se facilita si se puede echar mano de la cantera. Así ha ocurrido, por ejemplo, en el Deportivo Aragón; que ya ha anunciado que doce de los jugadores que la temporada pasada militaron en el juvenil del Real Zaragoza pasarán a formar parte del club de Tercera División. Un paso adelante para unos chicos que llevan en la sangre lo de ser zaragocistas.

Así pasó también en la temporada recién terminada en el primer equipo de la capital aragonesa. Natxo González, exentrenador del club, apostó por una plantilla renovada y les dio un papel importante a algunos de los jugadores que habían logrado ascender el Deportivo Aragón a Segunda División B. El equipo filial, conocedor de las necesidades de los blanquillos, renunció a sus mejores jugadores para que estos ayudasen al club blanquillo a sacar adelante la temporada.

Poco a poco Lasure, Guti, Delmás, Pombo se abrieron un grupo en el equipo, tutelados por Alberto Zapater, que estuvo en su misma situación hace ya algunos años y ahora representa la veteranía y el sentimiento en el club. Llegaron pisando fuerte porque, cada vez que salían al campo, no les faltaba garra ni ganas, los canteranos llevan los colores de su equipo impresos en el corazón y no dejan de lado a su equipo.

Uno a uno

Lo han demostrado, por ejemplo, Julián Delmás y Daniel Lasure en la defensa. El primero de estos se ha ido turnando la titularidad con Alberto Benito, y no ha dejado malas sensaciones en el campo. Al contrario, el joven maño dejó toda su potencia y presionaba hasta que su equipo recuperaba la posesión del balón. 

Daniel Lasure, por su parte, ha acabado siendo indiscutible en el once titular, sacando fuera de juego a Ángel Martinez. Este canterano ha demostrado poder aportar en todas las fases del juego, tenía ganados el ataque, la defensa y también las transiciones. Con mucho recorrido por la banda izquierda, que era solo para él dada la estructura con la que gustaba jugar Natxo González.

Guti y Alberto Zapater dominaban el centro del campo. El más joven de estos dos ha tenido menos minutos, porque su posición era una de las más concurridas en el Real Zaragoza. Sin embargo, el entrenador confió en él en momentos difíciles, como cuando Eguaras fue sancionado con un partido y fue Guti quien ocupó su tan importante posición en el terreno de juego. Alberto Zapater es también canterano, aunque no novato. Es el nexo de unión de los jugadores, propiciando el compañerismo y enseñando a todos cómo se sienten los colores.

Y en la delantera, Jorge Pombo. Este ha sido un tanto irregular durante la temporada, pero no le ha faltado luchar cuando más se le ha necesitado. Le costó encontrar su posición, pero Natxo González descubrió que donde más ayuda podía prestar era en la punta del equipo, con Borja Iglesias a su lado. A pesar de que en ocasiones le ha faltado eficacia, no faltaba el esfuerzo.

Sentir los colores

Lo más importante de esta cantera es que son de Zaragoza, cercanos a la afición y, de hecho, son un zaragocista más. El sentimiento es importante en el campo y demuestra la incondicionalidad de estos jugadores, que están orgullosos de formar parte de un club al que han admirado desde que eran niños. Viendo los resultados que han dado este año los jugadores provenientes de la cantera, hay que tener en cuenta que el Deportivo Aragón sigue generando jugadores con mucha calidad que pueden llegar a tener un papel importante en el primer equipo.

A este sentimiento hace referencia Imanol Idiakez en su presentación como nuevo entrenador del Real Zaragoza. Confiesa que es "un apasionado de la cantera" y que tiene ilusión por "llenar el primer equipo de zaragocistas, de gente que sienta al Zaragoza desde la cuna. Porque eso siempre hace a un club más fuerte". Por lo tanto, no cabe duda de que el Real Zaragoza volverá a apostar por la cantera en esta nueva temporada en Segunda División.