24 de Junio de 2018: una fecha que a partir de ahora será inolvidable para el aficionado del Castellón. Los albinegros se imponían al Portugalete y ponían fin a siete años de pesadillas en el pozo de la Tercera División.
El tanto de Colomer en la segunda mitad hizo bueno el empate a uno cosechado la semana pasada en tierras vascas. Castalia volvía a enloquecer por un sueño que se arrastraba desde hace varias temporadas. El equipo vuelve a la división de la cual le echaron en 2011 con un descenso administrativo y que cerca estuvo de provocar la desaparición de un club que pasó de jugar en Segunda División A a hacerlo en Tercera en tan solo un año .
Una temporada con un proyecto ambicioso para devolver al conjunto de La Plana a la Segunda B. La afición albinegra volvió, otro año más, a demostrar su fidelidad a unos colores y a un escudo que muy cerca estuvo de desaparecer hace poco. La temporada regular ha sido casi inmejorable para los de Sergio Escobar. Han quedado segundos y a tan solo un punto de haber podido quedar campeón del grupo VI. El Castellón de nuevo en la ronda de playoffs de ascenso en busca de su gran sueño. Tropezón, Sant Andreu y Potugalete fueron las tres piedras del Castellón para obtener el ansiado billete del ascenso. Tres eliminatorias cargadas de emoción y sufrimiento. Los viejos fantasmas del curso pasado frente al Peña Sport estaban aún frescos en la retina del aficionado albinegro, pero un gol de Cristian de penalti en el 95 en tierras vascas dió fuerza al Castellón para afrontar el último partido. El deseado. El soñado. El del ascenso.
De desaparecer a ascender a Segunda B
Hace tiempo que el CD Castellón dejó de ser noticia por motivos futbolísticos. El mismo club que disputaría un final de copa a principios de los años 70 o que paseó su escudo durante 11 temporadas en 1º División y unas 41 en Segunda A, vivía una situación agónica hasta el punto que su supervivencia pendía de un hilo.
En concurso de acreedores, sin cumplir con los pagos pactados con Hacienda y empleados , en los últimos tiempos la actualidad alberga se ha convertido en una pesadilla para sus aficionados. Cortes de luz en el estadio Castalia por las deficiencias que exigían una reparación inmediata y ante la total dejadez del recinto por parte de su inquilino o la acumulación de varios meses de impagos por parte del presidente que provocaron la desesperación del plantel.
El colectivo de pequeño accionistas, Sentimiento Albinegro, contó con una batalla legal en los juzgados con el fin de "Salvar al Castellón", mientras que los aficionados estaban con el alma en vilo esperando una solución para un club que agonizaba y cuyo futuro se veía muy negro.