La Federación de Peñas Sportinguistas se reúnen anualmente para decidir cuál jugador será el merecedor de recibir El Molinón de Plata. Este trofeo se entrega desde el año 1967 y lo han ganado varias de las glorias pasadas del Sporting: Quini, Ablanedo, Joaquín, Maceda entre otros.
En esta ocasión el ganador del premio fue para el portero Diego Mariño quien fue uno de los puntos más altos del equipo en la temporada anterior. Sus reflejos felinos, la seguridad que transmite desde el arco, y la racha de imbatibilidad fueron la base para que sea elegido como el futbolista de mejor nivel de la temporada 2017/18.
El arquero habló en conferencia de prensa luego del amistoso de pretemporada en donde el Sporting de Gijón igualó en uno frente al Pontevedra. Sobre el premio, el arquero admite de la importancia de haber sido elegido: “Recibir este premio es muy importante para mí y muy reconfortante. La gente está orgullosa de mí, le gustó lo que hice el año pasado”.
El poder destacarse en uno de los puestos dentro del campo que más errores puede conllevar no es solo una tarea individual, sino que también es colectiva. Por ese motivo, Mariño destaca la labor de sus compañeros: “Los porteros dependemos en gran medida del equipo, y sin ellos tampoco hubiese sido posible que hoy pudiese recoger este premio”.
Sobre la actualidad de los suyos y la puesta en marcha en vistas al comienzo de La Liga 123, el guardameta del Sporting reconoce que el equipo aún se encuentra en formación y que más jugadores están por llegar: “Falta bastante gente por llegar. No tenemos delanteros, faltan sobre todo bastantes retoques”. Aunque los que están empezando a competir confianza que lo están haciendo bien: “El equipo ha cogido forma, las incorporaciones que han venido son de un gran nivel”.