El Real Zaragoza disputó en la tarde noche del sábado un nuevo encuentro amistoso de preparación para continuar con su puesta a punto. Esta vez tocaba visitar el Nou Estadi de Tarragona para enfrentarse al Nástic en el trofeo de la ciudad en lo que era el primer partido contra un rival profesional y de la misma categoría que el conjunto aragonés. Sin embargo, no logró imponerse y cayó derrotado por 1-0 gracias a un solitario tanto de Maikel Mesa al filo del descanso en un partido que dominaron los aragoneses, que pecaron de lucidez anotadora.

Imanol Idiákez presentó el once más serio hasta ahora y el que más se puede acercar al inicio liguero -a excepción de las bajas que puedan recuperarse-. Como novedades cabe destacar el centro del campo, con Buff como pivote defensivo haciendo de Eguaras, Javi Ros e Igbekeme como interiores y el canterano Soro como mediapunta, el único jugador del filial en la alineación titular.

Lo cierto es que la primera mitad del Real Zaragoza fue muy buena, y se convirtió en el total dominador del encuentro con la posesión de balón, pero sin ser efectivo en sus ocasiones. Algo que pagó en el minuto 41 con el tanto de la victoria. Maikel Mesa cazaba un rechace en el área para anotar el único gol del partido después de que Cristian volviera a hacer una de las intervenciones mágicas a las que acostumbra.

Antes, los zaragocistas habían gozado de varias ocasiones para poder adelantarse. El primero en manifestarse fue Aguirre, uno de los más activos en el primer tiempo, con un disparo lejano. La siguiente también fue para el ex del Rayo, más clara todavía, pero detuvo a la perfección Bernabé. Aunque antes de esta la tuvo Manu Barreiro para el Nástic en un mano a mano que erró.

Otros dos minutos frenéticos dieron al Zaragoza dos nuevas oportunidades, con otro disparo lejano de Javi Ros que rozó la escuadra y un remate a medias de Jeison Medina que se interpuso en la trayectoria de un tiro de Pombo tras hacer una bonita jugada individual.

La segunda parte comenzó igual, con más lanzamientos desde larga distancia, una tónica que parece haber inculcado Idiákez por fortuna de la hinchada zaragocista. Verdasca, recién ingresado al terreno de juego como pivote, y de nuevo Javi Ros fueron los protagonistas.

En cambio, en el último tramo del partido cuando quedaba cerca de media hora, los dos equipos se fueron apagando con las sustituciones y el Real Zaragoza bajó el nivel considerablemente respecto a la primera mitad. No hubo muchas más ocasiones y se llegó al final del encuentro con el 1-0 final, en un nuevo enfrentamiento que deja la primera derrota veraniega, principalmente, por una falta de gol que evidencia generalmente la escasez de delanteros del cuadro aragonés.