Desde la primera jornada de liga que el filial del Real Oviedo no conocía la derrota. Llegaba a El Requexón otro filial, el Bilbao Athletic, con ganas de que los vetustianos repitieran lo mismo que hicieran en dicho debut ante sus compatriotas de Barakaldo.

Se las prometían muy felices los bilbaínos con el tanto inicial de Larrazábal, que remató muy sólo un centro lateral colgado desde la banda derecha. Curiosamente desde esa banda, la de los banquillos, comenzó a gestarse una solución, un empujón que salió de lo más profundo de la mente de Javi Rozada.

Fue algo más de un cuarto de hora después del gol vizcaíno cuando la fortaleza del líder del segundo grupo de la Segunda B se empezó a tambalear. El Vetusta se supo resarcir de un posible penalti no señalado tras el primer mazazo y Steven envió el esférico al fondo de las mallas después de una jugada un tanto calamitosa en el área de Etxebarría.

Los jugadores del Vetusta, abrazados tras el gol de Steven Prieto. | Imagen: Real Oviedo
Los jugadores del Vetusta, abrazados tras el gol de Steven Prieto. | Imagen: Real Oviedo

'La bala de Laviana' hizo el resto

Mediaba la segunda mitad cuando una de las soluciones que Javi Rozada meditaba tras el gol rojiblanco acabó por decantar el choque. Ocurrió tras el saque de una falta que se estrelló en la madera. Viti, más listo que nadie, supo anticiparse al rechace y remachar a la red un balón que vagaba por el área de penal del Bilbao Athletic. 

Con el volteo al marcador, el filial del conjunto carbayón se hizo con los tres puntos y le quitó del trono a los leones. De ese tropiezo bilbaíno se aprovecharon sus vecinos racinguistas, con Iván Ania al frente, que encontraron en los de Rozada unos aliados de lujo para asaltar la cabeza de carrera del campeonato.

Por su parte, Edu Cortina, Jimmy, Steven y compañía marchan séptimos en la tabla, empatados con el Leioa y el Tudelano, pero por encima de ellos por el golaverage general y a tan sólo dos puntos del playoff de ascenso a Segunda, marcado por el conjunto riojano del Calahorra.