La navidad se respiraba en el Ramón de Carranza por sus cuatro costados. Gorros navideños, colores, luces, villancicos, felicitaciones; todo eso fueron algunos ejemplos de lo vivido en el estadio gaditano. Pero lo que estaba por encima de todo era la felicidad de los cadistas por haber ganado ante todo un gallito de la categoría, el Deportivo de La Coruña.

El once inicial saltaba al césped con dos novedades con respecto a la jornada anterior. La entrada de Kecojevic, para suplir la baja por lesión de Sergio Sánchez, y el regreso de Jairo en la banda izquierda, tras perderse el partido anterior por unos problemas musculares.

La clave: recuperación del balón

Los primeros diez minutos el dominio del balón no estaba claro, dándose de forma constante los robos de la pelota en ambos conjunto. Ninguno de los dos llegaba con peligro al área del rival.

Y en el minuto 15 de juego se rompió el equilibrio en el terreno de juego. Robo del balón por parte de Jairo, en las inmediaciones del centro del campo, y corrió en la banda izquierda hasta pisar el área visitante, ahí centró el balón buscando a Lekic, que anotó el 1-0.

Con el tanto de Lekic en el marcador, el conjunto amarillo volvió a robar el balón en el centro de campo, por obra y gracia de Brian Oliván, pero un defensa deportivista mandó el esférico al banderín de córner.

Y a partir de ese momento, concretamente en el minuto 20 de juego, el equipo visitante fue el dueño de la pelota y el que llegaba más veces a pisar el área de Cifuentes. Internada por la banda izquierda, pero el centro raso se marchó sin que llegara a tiempo un compañero para rematar la jugada.

El portero cadista tuvo su momento de gloria al realizar una magnifica parada, justo cinco minutos más tarde. Y a medida que el tiempo pasaba, aproximándose el tiempo de descanso, el conjunto amarillo robaba con facilidad la pelota y hacía daño en la portería visitante, una falta a borde del área que el lanzamiento de Brian Oliván se marchó muy alto.

Con tranquilidad este Cádiz hace mucho daño a cualquiera

La segunda parte fue la continuación de la primera. Orden atrás, conseguir robar en el centro de campo y correr por bandas para hacer daño. Y los jugadores se saben este guión a la perfección de tal forma que lo han bordado con dos goles más.

Los jugadores del conjunto gallego, cada vez que intentaban avanzar al área cadista, se encontraban con una fuerte defensa, o con un impresionante muro en la portería local. Y cada vez que los minutos pasaban, los nervios en la escuadra visitante afloraban.

La prueba llegó en el minuto 79 de juego. Álex Fernández consiguió controlar un balón aéreo y corrió al área por la banda derecha y, con una sensacional jugada, pasó el balón a Manu Vallejo que anotó un golazo para subir el 2-0 en el marcador del Ramón de Carranza.

Y a pesar de tener el marcador adverso, los visitantes seguían intentando cambiar algo del electrónico. Primero fue en un saque de esquina, minuto 80, pero los defensas locales rechazaron el ataque en varias ocasiones. Y, en el 85, nuevo disparo, esta vez lejano, pero Cifuentes lo rechazó sin problemas a un nuevo saque de esquina.

Y fiel a la filosofía del entrenador cadista. Minuto 93 del juego, robo de balón que lo entregó a Manu Vallejo que corrió hasta la línea de fondo y de ahí hizo un pase atrás a Carrillo que anotó el definitivo 3-0. Un marcador que vale a los gaditanos para seguir en la sexta plaza de la clasificación.