Salían los hombres de Juan Antonio Anquela al terreno de juego en la tarde del sábado, con la intención de doblegar a un equipo recién descendido de Primera División como es el Málaga C.F., que pisaba el Tartiere por primera vez desde el año 2000.

El primer contratiempo para el equipo azul ocurría antes incluso, del pitido inicial. Viti, canterano y futbolista del Real Oviedo Vetusta, tuvo que entrar en el once titular en lugar del lesionado Omar Ramos, que no pudo finalizar el calentamiento debido a unos problemas musculares.

'La bala de Laviana', que jugó de extremo por la banda derecha, cumplió con creces en defensa y tuvo sus ocasiones claras para convertir, incluso, un par de disparos en gol.

El comienzo del partido se desarrollaba con un Real Oviedo que movía la pelota con criterio, de un lado a otro, gracias, en parte, a una buena salida de balón del central derecho del equipo carbayón, Carlos Hernández, que volvía a la titularidad después de haber pasado por una -otra- lesión muscular.

A pesar de los pocos futbolistas del primer equipo que el entrenador jienense tenía a su disposición, el técnico decidió volver a alinear defensa de cinco, con Alanís en el centro, el propio Hernández en la derecha y Bolaño por la izquierda. Johannesson y Javi Hdez. ocuparían los carriles para tratar de surtir balones a un inoperante Toché y a un muy buen Bárcenas, a quien le salía todo lo que intentaba.

Fue en una de esas intentonas carbayonas, pero por la banda contraria, cuando el Málaga sacó de debajo del larguero una de las ocasiones del partido. El Oviedo empezaba a perdonar y sobre las cabezas de los aficionados planeaban los fantasmas del partido ante el Granada.

Viti Rozada, justo antes de chutar a portería en lo que fue una de las ocasiones del partido. | Imagen: LaLiga
Viti Rozada, justo antes de chutar a portería en lo que fue una de las ocasiones del partido. | Imagen: LaLiga

El Málaga, por su parte, apenas llegaba a la portería de Nereo Champagne, y cuando lo hacía, no generaba mucho peligro, ya que, además, el meta argentino se mostró, en todo momento, muy seguro bajo los palos.

Se llegó al medio tiempo con el resultado inicial campeando en el electrónico del Tartiere y fue tras el paso por vestuarios cuando llegó el susto del partido, una acción que, afortunadamente, tuvo final feliz. Fue en un balón parado cuando Lacen chocó con Toché y cayó inconsciente sobre el terreno de juego. Por suerte, el cuerpo médico del Málaga pudo confirmar, después de que saliese del terreno de juego, que podría continuar en el partido y los allí presentes aplaudieron su recuperación en un gesto de deportividad.

Acto seguido, el Real Oviedo, como hiciera en el Nuevo Los Cármenes, se volvió a topar con el poste. La ocasión, que salió de las botas de Viti Rozada, acabó en los guantes del guardameta del equipo andaluz, Munir, después de ser repelida por el palo izquierdo de su portería.

Salvo algunas ocasiones a balón parado que no entrañaron peligro alguno para el equipo asturiano, el dominio de las mismas siguió correspondiendo al Real Oviedo, que gozó de otra más cuando se llegaba al ocaso del encuentro, en el minuto 94, pero el disparo de Boateng, incorporado desde el banquillo, se marchó demasiado cruzado para decepción del respetable.

Este punto deja en tierra de nadie a un equipo que, a pesar de haber merecido algo más, empieza a agotar la paciencia del aficionado de a pie. El empate, permite al Real Oviedo sumar otra unidad y alcanzar, por tanto, las 24, o lo que es lo mismo, a medio camino entre el descenso (siete puntos) y los playoffs (ocho), marcados ahora mismo por Extremadura y Cádiz respectivamente.

En la próxima jornada, que se disputará en 2019 ya, el Real Oviedo viajará a Soria, al Estadio de Los Pajaritos, para enfrentarse al Numancia en un partido vital para las aspiraciones de los de Anquela, que superan en tres puntos a los sorianos. El encuentro se disputará el próximo lunes, siete de enero, a las 18:00 horas.