El último puesto de la clasificación liguera corre a cargo de la SD Huesca con una puntuación ínfima con respecto a los números cosechados por sus competidores directos.  Siete puntos separan a los oscenses del Villarreal, con 18 puntos, que se encuentra en el penúltimo puesto. Esta es la razón principal por la que los aragoneses llegan a Anoeta con una gran sed de victoria que les provoque, aunque sea ficticia, una subida de los ánimos entre todos los estamentos del club.

La derrota ante el Atlético de Madrid de la pasada semana con un 0-3 en casa, supuso un duro golpe que no parece haber medrado los ánimos entre los jugadores y afición.  Esperan que San Sebastián sea el gran punto de inflexión que provoque una reversión de la tendencia recogida hasta ahora.

Los números lo dejan claro, la SD Huesca es el peor visitante de la Primera División durante esta temporada con solo cuatro puntos llevados de vuelta a la capital oscense. No obstante, Anoeta se asemeja a un oasis en su desierto, ya que los donostiarras poseen el título de ser el cuarto peor equipo como anfitrión de La Liga. 

Haciendo memoria, se puede hablar de los encuentros previos a este del próximo domingo entre vascos y aragoneses. Sin embargo, sendos partidos fueron en Segunda División y los donostiarras se llevaron los tres puntos de victoria. El primero de ellos, en la temporada 2008/2009, donde los oscenses fueron derrotados por un 1-0 en su propio campo y el segundo, en la temporada siguiente, cuando los de San Sebastián también se guardaron en el bolsillo la tríada para sumar en la tabla.

La salida de El Alcoraz deja a los oscenses perdidos entre una niebla que no parecen poder despejar y esa es la gran baza con la que juegan los realistas. El colista no debería suponer un problema para con su trayectoria en la actual temporada, aunque nunca se puede decir nunca.