De locura el partido entre Cádiz Club de Fútbol y el Real Club Deportivo Mallorca. Partido en el que hubo de todo: goles, expulsiones, peleas entre jugadores, polémicas arbitrales... Un poco de todo en el que ningún aficionado local ha salido del Ramón de Carranza indiferente.

El once inicial del cuadro gaditano se presentaba con dos grandes novedades: Álex Fernández ocupando el mediocentro y haciendo pareja con Garrido, supliendo al sancionado José Mari, y el regreso al once inicial de Salvi Sánchez. Por lo que el resto de jugadores seguía siendo lo "normal", con respecto del partido de la semana pasada.

Gran parte de la primera mitad del encuentro fue de un gran respeto entre los dos equipos. Ninguno de los dos conjuntos se acercaban con verdadero peligro al área del rival. A destacar que cada equipo dispusieron de un saque de esquina cada uno, pero la defensa rechazaba el ataque sin mucho problema.

La historia empezó a cambiar en la primera media hora del encuentro. Primero empezó el Cádiz CF, buena jugada de Jairo que centró raso al corazón de área, pero Manu Vallejo fue derribado antes de rematar, sin que el árbitro del partido pitase nada.

El jarro de agua fría llegó para los cadistas. Minuto 36 de juego, el portero visitante realizó un pase largo entregando el balón a Lago Junior, que corría sin presión por su banda izquierda, llegó a línea de fondo y entregó el balón a Stoichkov que, casi desde el punto de penalti, anotó el 0-1 sin oposición alguna. Un minuto después de la jugada de gol, Jairo vio la roja directa después de una agresión a un jugador rival en la disputa del balón.

Con el cero a uno en el marcador y el conjunto amarillo jugando con diez jugadores, el conjunto balear daba la sensación que quería ir a rematar el partido y buscando un hueco para sorprender a Alberto Cifuentes. Mientras que los de Álvaro Cervera le robaban con insultante facilidad el balón o se topaban con una férrea defensa.

Nada más comenzar la segunda parte, se realizaba el primer cambio para los cadistas: Salía Rober Correa para dar entrada a Ager Aketxe, para ocupar el puesto del expulsado Jairo y para aprovechar mejor las faltas y córners. Con independencia del cambio, lo cierto es que se ve una positiva mejora en el juego de los amarillos, pero aun así no era del todo suficiente. Minutos más tarde, y con bastante margen de tiempo, salían también Brian Oliván y Lekic para que entraran Perea y Dani Romera.

Cada tiempo que transcurría el conjunto local no paraba de intentarlo, uno y otra vez, en distintas posiciones, de distintas formas, con distintos jugadores, a balón jugado o a balón parado. Pero nada, que no hubo manera y el marcador seguía sin moverse ni alterarse ni un ápice. Mientras que el conjunto visitante se limitaba a defender e intentar sorprender con un contragolpe rápido.

En el minuto 84 del partido llegaba la alegría para las gradas del Ramón de Carranza. Saque de esquina que lo botó Ager Aketxe, lanzándolo lo más cerrado posible, y Jon Ader Garrido recogió el lanzamiento y lo empujó para adentro de la portería visitante, haciendo el empate a uno.

El conjunto local quiso más, gran jugada de Salvi por banda derecha que centró al corazón del área que lo recogió Manu Vallejo, pero el chiclanero no llegó a acertar a disparar a puerta.

Marcos Mauro, minuto 87 de juego, y queriendo apoderarse de un balón aéreo y soltando los brazos en pleno salto, el árbitro del partido lo entiendió como agresión y expulsó con roja directa a Mauro, que dejó al Cádiz con nueve jugadores.

El empate final sabe bueno, dadas las circunstancias. A pesar de todo, esto supondría un nuevo problema para Cervera, ya que no podrá contar con Jairo ni con Marcos Mauro en Oviedo.