Acababa de terminar la primera vuelta del campeonato y la primera plaza de la clasificación la ocupaba el Granada CF. Tras veintiún partidos, el conjunto rojiblanco había alcanzado la cima de la clasificación tras lograr hacer del nuevo Los Cármenes un fortín y del equipo un completo depredador a domicilio. Sin embargo, el líder empezaba a mostrar señales de flaqueza, sobre todo la fatiga detectada en sus principales jugadores, a los que se les empezaba a hacer cuesta arriba la competición. Por este motivo, la dirección de los granadinos decidió actuar para redirigir el rumbo del equipo hacia el ascenso a Primera.

A pesar de que nunca se situó el objetivo de esta campaña en el ascenso, para evitar presiones y altas expectativas por parte del público, claramente ya se podía percibir que el equipo de la ciudad de la Alhambra no iba a pelear toda la segunda vuelta por, simplemente, permanecer en la categoría. En esta situación llegaba el 1 de enero y se abría el mercado invernal de fichajes. Empezaban los movimientos para los rojiblancos.

Ante las bajas en defensa de Álex Martínez y Adri Castellano en el flanco izquierdo, que provocaron la rápida adaptación del diestro Quini en dicho lateral, además de la excesiva dependencia de Germán y Martínez en el centro de la zaga -ya que el técnico Diego Martínez no parecía contar con Pablo Vázquez-, la dirección de los granadinos decidió actuar y lo hizo pronto. A los nueve días de abrirse el mercado, el Granada CF anunciaba la contratación hasta 2021 del central del CD Lugo, Bernardo Cruz. Un futbolista con envergadura, con poderío en el juego aéreo y buena salida de balón que, si las circunstancias lo decidieran, podría ocupar alguno de los laterales.

Con este fichaje, liberado del club gallego por el pago de una cantidad cercana a los 30.000 euros, y con la renovación de Germán hasta 2021, el conjunto rojiblanco apuntalaba su defensa para lo que queda de temporada.

Bernardo Cruz, en su debut ante el Elche CF / FOTO: Granada CF - Pepe Villoslada
Bernardo Cruz, en su debut ante el Elche CF / FOTO: Granada CF - Pepe Villoslada

 

En cuanto al ataque, cuatro jugadores (Álvaro Vadillo, Fede Vico, Antonio Puertas y Alejandro Pozo) para tres puestos de la medular estaba siendo un acierto durante toda la primera vuelta, debido mayormente por el gran momento de forma de todos estos futbolistas, que ganaban los puntos jornada tras jornada. No obstante, tras el parón navideño, algunos de ellos empezaron a encadenar algunas actuaciones más pobres e insuficientes, por lo que se decidió reforzar esta faceta. A los cuatro días del fichaje de Bernardo, el club hacía oficial la llegada de Dani Ojeda, procedente del CD Leganés, en calidad de cedido hasta final de la presente temporada.

Con Ojeda, el Granada CF ganaba más refresco y competencia para el ataque, siendo un futbolista que puede posicionarse en ambas bandas, además de en la mediapunta e, incluso, en la delantera. Un jugador veloz, con potencia, con buena finalización y muy polivalente para satisfacer la propuesta ofensiva de Diego Martínez.

Dani Ojeda, en su debut ante el Extremadura UD / FOTO: VAVEL Granada - Antonio L. Juárez
Dani Ojeda, en su debut ante el Extremadura UD / FOTO: VAVEL Granada - Antonio L. Juárez

 

Tanto con Bernardo como con Ojeda, aficionados y club parecían quedarse satisfechos para encarar la segunda vuelta de la competición. Y, de hecho, lo estaban. Pero un club profesional nunca se debe dar por satisfecho, más aún conociendo las oportunidades y sorpresas inesperadas que suele presentar el mercado. Mientras tanto, no todo eran llegadas. Se produjeron las salidas de los centrales Pablo Vázquez y Martin Hongla, ambos por la falta de minutos en el primer equipo. El primero se marchó a la Cultural Leonesa, equipo que milita en Segunda B y que pelea por el ascenso a la categoría de plata, como cedido hasta final de temporada. El segundo, con ficha del filial rojiblanco, hacia el Karpaty ucraniano, mediante una cesión hasta el 31 de diciembre. Con estas bajas, el conjunto andaluz liberaba fichas y dinero para poder afrontar otra incorporación antes del cierre del mercado.

Se hablaba de incorporar a otro atacante de banda, Ivi López, perteneciente al Levante UD y que se encontraba cedido en el Real Valladolid, equipo que quería abandonar ante la ausencia de protagonismo en la Liga Santander. Finalmente, la llegada de Ojeda a Granada hizo que la dirección le cerrase las puertas definitivamente, recalando el jugador en el Real Sporting de Gijón en el último día del mercado.

La dirección granadinista se centró en reforzar el centro del campo. Diego Martínez contaba con varias piezas para componer el centro del campo, aunque Ángel Montoro y Fede San Emeterio estaban siendo los favoritos por el míster dado su gran momento de forma. Como sustitutos de los titulares estaban Nico Aguirre y Alberto Martín, aunque a ambos les restan tan solo unos meses para acabar contrato y sus renovaciones no parece que se vayan a concretar en un futuro cercano. Además, el joven jugador del filial, José Antonio González, que cuenta con ficha del primer equipo desde esta temporada, no acaba de cuajar, por lo que no cuenta con la plena confianza del técnico, que antepone a cualquiera de los otros cuatro jugadores antes que al cordobés. Por último, el 4 y capitán del equipo en su etapa en Primera, Fran Rico, aún seguía recuperándose de su lesión de rodilla que lo ha apartado casi dos años de los terrenos de juego, sin la existencia de plazos concretos, resultando ser todavía una incógnita para el cuerpo técnico y la entidad.

Por tanto, el Granada CF se fijó en el centrocampista del CD Lugo, Ramón Azeez, que resultaba ser una de las piezas fundamentales de los gallegos. Las negociaciones estaban siendo duras. El club lucense no quería desprenderse de un mediocentro con gran despliegue físico, que puede trabajar tanto en defensa como en la construcción del juego y que se incorpora bien al ataque. Primero se llegó a un acuerdo con el jugador y, finalmente, también con el club. El Granada CF hacía oficial este fichaje a un minuto de cerrarse la hora límite del mercado invernal, por el que pagaba 300.000 euros al CD Lugo, con el añadido de un bonus de 250.000 euros en caso de ascenso. El Granada CF esperaba reforzar el mediocampo y con Azeez cumpliría dicho fin, tanto como un sustituto de garantías de Montoro, como también de San Emeterio.

Ramón Azeez, en su presentación con el Granada CF / FOTO: Granada CF - Pepe Villoslada
Ramón Azeez, en su presentación con el Granada CF / FOTO: Granada CF - Pepe Villoslada

 

En definitiva, ha sido un invierno lleno de movimientos en las oficinas rojiblancas, movimientos que fortalecen a un equipo que, a pesar de llegar como líder de la categoría, comenzaba a mostrar alguna debilidad. Y, es que, con debilidades no se asciende a Primera. Pero con fortalezas, sí.