El FC Barcelona, líder la Liga, semifinalista de Copa del Rey y en octavos de final de la Champions League. Un equipo que no conoce las fronteras y ansía con conseguir la mayor cantidad de títulos posible, como hace cada temporada. Leo Messi podrían ser dos palabras completamente válidas para describir al equipo brevemente, pero un equipo no solo está compuesto por una figura.

El esquema de Valverde está diseñado casi a la perfección y ya lo ha demostrado en numerosas ocasiones durante esta temporada. Tiene futbolistas capacitados para desmontar por completo el sistema de juego madridista, como ya demostró hace pocos meses en el Camp Nou. Ahora el Real Madrid no es el mismo, pero la medular azulgrana tampoco. Hay un nombre que destaca por encima de todos en esta zona, el de Arthur. El brasileño ha crecido a pasos agigantados conforme han ido avanzando las jornadas. Cuando éste recibe el fútbol cambia y más aún si le dejan espacios para moverse a sus anchas por el campo. Además, todo esto va sumado a una toma de decisiones determinante a la hora de romper las líneas defensivas rivales.

Messi y Dembélé entre algodones

La gran duda durante la previa al partido es si Messi y Dembélé llegarán a tiempo para el partido ante el Real Madrid. Sus bajas pueden condicionar de forma considerable el sistema de juego de Valverde. Las consecuencias de la baja de Messi son más que obvias. Se juegue en tierra, agua o hielo, contra un equipo que defiende con once jugadores debajo de los palos o en un deporte que no es ni el suyo, Leo debe estar. Es un matrimonio en el cual no existe divorcio posible porque no pueden vivir el uno sin el otro. El Barcelona necesita su tango argentino.

Por su parte, la baja de Dembélé también es un punto en contra para Valverde. Su 4-3-3 pierde fuerza ante el conjunto de Solari sin el francés galopando por la banda. Los laterales del Real Madrid acostumbran a llegar continuamente a línea de fondo, lo que genera dificultades a la hora de replegar y en muchas ocasiones les ha costado más de un disgusto. Esta transición podría aprovecharla la joven promesa gala sacando provecho de su velocidad a las espaldas del rival, sin importar quién juegue, ya que con uno o con otro todavía no han sido capaces de resolver.

La defensa quizá sea la zona más vulnerable de los barcelonistas. Piqué, como jefe de la zaga, atraviesa un momento de su carrera en el que provoca más dudas que soluciones. A su lado, en los laterales, tanto Jordi Alba como Sergi Roberto son dos jugadores que atacando están entre los mejores del continente, pero defendiendo dejan mucho que desear. En ocasiones resulta muy sencillo encontrar espacios a sus espaldas y un futbolista como Benzema puede ser decisivo a la hora de desengrasar los engranajes de Valverde.

Sin duda alguna será un partido muy táctico entre dos equipos que se conocen a la perfección y tienen en sus filas a los mejores jugadores del mundo. Si el análisis se realiza por líneas, probablemente se encuentre cierta semejanza. Los porteros son todo un seguro de vida, la defensa se fractura con sencillez, el centro del campo está ocupado por los mejores cabecillas y el ataque es letal. Esto es el “Clásico”, disfruten.

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