No hay peor sensación que la de sentirte menospreciado. Darte cuenta de que tu trabajo no se valora lo suficiente y que por más que luches contras las adversidades, siempre habrá gente que intentará ponerte la zancadilla. Quién sabe si por competitividad, meros complejos personales, o porque nunca has sido de su agrado. Esta situación es la que ha vivido durante muchísimos años Karim Benzema en el Real Madrid. Por más goles y asistencias que marcase. Por más horas que trabajase en Valdebebas. Un jugador con una calidad envidiable, con un toque especial, pero que nunca había sido amparado del todo por un gran sector del Bernabéu.

Ahora, por increíble que parezca, la historia ha cambiado. Con su tanto ante el Ajax, se acaba de convertir en el cuarto máximo goleador en toda la historia de la Champions League igualando a Ruud Van Nistelrooy (60 goles). Solo tiene por delante a Cristiano Ronaldo (121), Leo Messi (106) y Raúl González (71). Además, logra este hito habiendo logrado, por fin, una sintonía perfecta con su afición. Se encuentra en el mejor momento de su carrera y, tras la salida de Cristiano Ronaldo, ha asumido el tercer puesto de la capitanía en la entidad de Chamartín. 

El trabajo da su recompensa

Lo cierto es que, por más que algunas personas tengan ideas equivocadas de ti, el buen trabajo acaba dando su recompensa. Siempre habrá gente que esté dispuesta a tenderte la mano en los momentos difíciles. Cuando todo parece hundirse y no se ve luz al final del túnel. Y Benzema, por suerte, ha gozado de unos compañeros, entrenadores, directivos y distintos cargos altos del Real Madrid que le han apoyado en todo momento. Cuando el Bernabéu rugía con pitos y cuando su relación con el gol no era la precisamente envidiable.

Karim celebra su gol con el Real Madrid. Foto: Champions League.
Karim celebra su gol con el Real Madrid. Foto: Champions League.

Esta campaña acumula diecinueve dianas en su casillero. Y, tirando de papel y boli, son 211 goles en 450 partidos los que cosecha desde que fichase por el Real Madrid en verano del 2009. Han pasado diez años, o como se cuentan aquí, diez primaveras. 4 Champions en su currículum y un sinfín de actuaciones estelares. De esas que pasan a la historia, como hará, por más que muchos se nieguen en aceptarlo, Karim IV de Europa.