La eliminación en Copa del Rey fue un duro palo para el Real Madrid, que ha visto como se despide de otra competición y apenas acaba de comenzar el mes de marzo. Les resta una vida a la que se aferran en liga, pero la revancha del clásico puede pasarles factura. La eliminatoria de octavos de final de Champions League está a la vuelta y la duda invade la cabeza en su decisión sobre quién formará su equipo.

Un clásico es una tradición que uno no puede presentarse de paso, la afición no lo perdonaría. Además, los de Solari deben dar una alegría a los suyos después del debacle del pasado miércoles que muchos tardarán en borrar de su mente y necesitan una buena dosis de adrenalina en forma de victoria para olvidarlo. Esto implica apostar por los mejores soldados para la batalla, sin centrarse en el enfrentamiento ante el Ajax.

Sin embargo, la carga de partidos ya se empieza a notar sobre las piernas de los más veteranos, que no están rindiendo de la mejor forma posible y además están mermados físicamente. Ya se pudo ver en el anterior partido que el despliegue de Modric no es el mismo, que la finura de Kroos no es el de pasadas temporadas y que la fortaleza de Casemiro ha aflojado con el tiempo. Todo ello puede ser, sin ninguna duda, la dificultad del momento, pero más pronto que tarde llegará el trágico momento en el que dejen de brillar como antes.

Lo que sí está seguro es que Courtois volverá a la portería para hacer frente al olfato goleador de Luis Suárez. En la defensa está la duda sobre si Ramos llegará al centro de la zaga y acerca de quién ocupará el lateral izquierdo. Las rotaciones podrían llegar en la medular. Con un ojo puesto en la Champions, jugadores como Ceballos o Isco tendrían posibilidades de entrar en escena. Por último, arriba, Benzema y Vinicius junto a Lucas Vázquez es lo más esperado ante el mal momento de Bale.