Partido típico de las cuatro de la tarde el que disputaron Real Club Deportivo Mallorca y Real Oviedo en Son Moix. El Real Oviedo saltó al campo con un once un tanto experimental teniendo en cuenta el de los anteriores encuentros. Anquela quería cambio y colocó a José Verdú Nicolás "Toché" en punta, en lugar de Joselu Moreno, que venía gozando de titularidad habitual.

Pocos acercamientos se podrían considerar como ocasiones de gol en el transcurso de la primera mitad. Si acaso, la caída de Yoel Bárcenas a la salida de un córner ni siquiera protestada por parte del equipo carbayón, y una acción de ataque balear tras un error en salida de balón de Carlos Hernández.

El jienense fue presionado por la delantera bermellona y acabó por perder una pelota que el Mallorca jugaría atrás. Sin embargo, el pase de la muerte de Budimir no encontró rematador, al pasarse de frenada Álex. El despeje, por su parte, también le cayó a un atacante mallorquinista, en este caso Dani Rodríguez, pero el remate del gallego, que acabó jugada como mandan los cánones, se marchó por encima de la portería de Nereo Champagne.

Tres tarjetas amarillas serían mostradas antes de que el colegiado del partido, Moreno Aragón, del colegio madrileño, quien estuvo demasiado quisquilloso, señalase el camino hacia el túnel de vestuarios del estadio de Son Moix. Dos del lado carbayón, para el mexicano Oswaldo Alanís y para Sergio Tejera, quien no podrá jugar ante el Nàstic por acumulación de tarjetas precisamente, y una del lado bermellón, para Estupiñán, el hombre que daría tres puntos al Mallorca.

Con el resultado gafas se reanudó el partido tras el descanso y el RCD Mallorca salió más decidido que un Oviedo inerte, que ni siquiera se había acercado a la portería balear. De la mano de Salva Sevilla, que está viviendo una segunda juventud en la isla, el equipo de de Vicente Moreno tomó el control del centro del campo y, sin embargo, el de Anquela, parecía conformarse con el empate.

Esa carencia de ideas en ataque, propició que los de rojo dieran un paso al frente y se adelantasen en el marcador en una jugada de estrategia muy mal defendida por el Real Oviedo. Ocurrió tras una sucesión de jugadas a balón parado botadas, cómo no, por el '8' del Mallorca. Y a la tercera fue la vencida. El ecuatoriano Estupiñán remató sólo y Nereo Champagne no estuvo, en absoluto, acertado.

A partir de ahí el Mallorca gestionó su tiempo mucho mejor que el Real Oviedo, que en ningún momento llegaron a encerrar a los baleares en su área, ni muchísimo menos. Acto seguido del gol, Anquela movió el banquillo y sacó a Ibra, Joselu y Berjón, para pasar a jugar con dos delanteros, algo poco habitual salvo cuando se busca la remontada.

Sin embargo, ni el senegalés, ni el de Cartaya, ni el '10', tuvieron el acierto en los veinte minutos, aproximadamente, que tuvieron sobre el césped. Al contrario, tuvieron de todo menos acierto. No fue el día de un Real Oviedo que veía cómo su inmediato perseguidor, el equipo que tuvo enfrente, le adelantaba por la derecha para ponerse un punto por encima y superar a los de Anquela en la lucha por el calor.

Con esta derrota, el Real Oviedo se podría quedar a seis puntos de los playoffs de ascenso a Primera División si Cádiz y Dépor logran hacer sus deberes frente a Elche y Las Palmas. Por tanto, el partido ante el Nàstic es de vital importancia si se quiere seguir la estela de esos tres equipos y cumplir el objetivo marcado.