El pasado 8 de agosto de 2018, Thibaut Courtois era presentado como nuevo portero del Real Madrid. Era un secreto a voces, y aparentemente una ecuación fácil. Club y jugador querían encontrarse. El precio, más que asequible por el mejor guardameta del mundial del Rusia, pero las negociaciones se alargaron hasta dicha fecha con la única contra de “ficharlo ahora por 35 millones o esperar un año para traerlo gratis”. La opción elegida por el Madrid, evidentemente fue la segunda. El conjunto de Chamartín abonó esa cantidad y el belga se convirtió en jugador del Real Madrid Club de Fútbol (decisión más que discutida por la afición merengue).

A día de hoy y tras siete meses de su fichaje, la contratación de Thibaut no ha cumplido con las expectativas que venían acompañando a uno de los mejores porteros del mundo. La mala temporada del equipo sumada al hecho de que su fichaje no fue del completo agrado de la parroquia blanca o el haber dejado en el banquillo al portero con el que el Madrid ha conseguido las tres Champions de manera consecutiva, que además contaba con la confianza de un amplio sector del Bernabéu, ha provocado que se pierda la ilusión por el que venía como portero estrella y jugador top mundial.

Además de los hechos mencionados anteriormente, hay datos que apoyan la tesis de que el meta belga no está completando la mejor temporada de su carrera. Entre los porteros de LaLiga, es el segundo que menos remates a puerta ha detenido del campeonato, atajando un 67% de tiros a portería. En esta clasificación solo se encuentra por detrás el arquero del Leganés, Cuéllar, con un 66% de paradas. Encabeza esta lista el esloveno Jan Oblak (80%).

Pero como ya sabemos, siempre es más fácil culpar al portero y echar a este la culpa de los goles y de la debacle del equipo. Mucha gente solo ve en  estos datos una oportunidad de criticar al ex del Chelsea, olvidando o dejando de lado la palabra “equipo”. El gol no se lo anotan al portero, se lo anotan al conjunto; al igual que el delantero no falla el gol, lo falla el equipo. Courtois no encaja un gol, el gol lo encaja el Real Madrid, desde el punta (que es el primero que defiende) hasta el guardameta, y si el equipo contrario ha conseguido llegar a puerta, primero ha tenido que pasar por medios y denfensas.

Esta temporada está siendo rara para el madridismo: aficionados, directiva, técnicos y los propios jugadores ven como los buenos resultados se escapan y quedan prácticamente eliminados de todas las competiciones. El equipo no ha estado bien y eso se ve reflejado en todos los aspectos, incluyendo estos que señalan a Thibout (al que, por mucho que se señale, todavía no se ha visto realizar una “cantada” en las dos competiciones que ha jugado).

El equipo es un bloque, una unidad y a la hora de defender, debe ser un muro. Este curso, el Real Madrid ha fichado a un jugador para contribuir a que este sea infranqueable, pero dejando otras zonas vulnerables. La dirección deportiva tiene que trabajar para encontrar piezas que contribuyan a la solidez del conjunto. Pasada esta temporada para el olvido, Courtois y el Real Madrird deben reconstruirse y volver a ser lo que siempre fueron: un muro sin agujeros.