Como cada semana, ya se conoce al árbitro que se cruzará en el camino del Real Oviedo. En este caso, la Real Federación Española de Fútbol ha designado al colegiado madrileño, Valentín Pizarro Gómez. Esta es su cuarta temporada en la categoría y a sus 37 años todavía tiene alguna que otra opción de ascenso.

El Real Oviedo es uno de los equipos que más ha arbitrado este colegiado. Más concretamente, esta será su décima vez, haciendo del equipo carbayón sea el sexto equipo del que más partidos ha dirigido el madrileño.

El balance para los carbayones es relativamente bueno, ya que con él, sólo perdió en una ocasión, mientras que cinco victorias y tres empates completan el resto del balance. Mientras tanto, su rival del domingo, el Nàstic de Tarragona, se ha cruzado con él en una ocasión menos, aunque en su caso, el balance es infinitamente más parejo que para los carbayones, con tres victorias, tres empates y dos derrotas.

Tras 78 partidos en la categoría, los equipos locales han conseguido con él, el doble de victorias que los visitantes. De sus 414 tarjetas, 237 han sido vistos por equipos visitantes mientras que 177 para los locales y de sus 23 expulsiones, más del doble han sido vistas por los equipos de fuera.

En su última temporada, que es la que mejor puede indicar la frecuencia con la que este colegiado se lleva la mano al bolsillo, no estuvo entre los árbitros que más cartulinas mostraron, sin embargo, sí que podemos encontrarle, y además en la cabeza, en el ranking de los trencillas que más penas máximas señalaron la temporada pasada, con un total de catorce, o lo que es lo mismo, a 0,74 por encuentro.

Está por ver si al Real Oviedo le sigue favoreciendo un balance que, desde luego, pinta de maravilla teniendo en cuenta estas estadísticas, en un partido que podemos considerar como trampa, debido a la posición de ambos conjuntos en la tabla y lo que los dos tienen en juego.