Almería y Granada firmaron un partido en el que el rigor táctico y el respeto mutuo se impusieron a la creación de jugadas ofensivas y a los disparos a puerta. El técnico almeriense Fran Fernández sorprendía a la hinchada rojiblanca al dar descanso a Luis Rioja y a Álvaro Giménez para dar entrada a Narváez y Demirovic, respectivamente.
El partido prometía mucho antes del inicio debido a la cantidad de entradas vendidas y a la masiva respuesta de la afición granadina en el desplazamiento a tierras almerienses. El partido se inició con una ocasión de Corpas en el minuto 4, que recoge un mal pase de Rui Silva, avanza metros y cuando pisa área pone un centro raso al que llegaría Demirovic demasiado apurado, rematando contra el lateral de la portería. El partido empezaba abierto, con una gran igualdad y ambos equipos intentando construir jugadas de ataque, aunque sin mucho éxito.
La réplica de la jugada de Corpas la tendría Rodri, que robaría un balón en defensa y arrancaría directo a portería, pero una gran salida de René yéndose al suelo desbarataría la jugada del ex-rojiblanco. El partido sería un ida y vuelta hasta el minuto 15, donde el Granada cogió el mando del juego e impuso su calidad y su caché sobre el césped, aunque sin llegar a inquietar a la defensa local. Pese a ello, parecía el Almería el que más quería el gol. Muestra de ello es una jugada en el 16, en la que Narváez recibió un balón en la izquierda, y tras una gran jugada individual pondría un balón al centro que César de la Hoz remataría a las manos de Fede San Emeterio, provocando así una peligrosa falta y la amarilla del canterano para el Sevilla.
El reloj dejaba caer la arena y los minutos pasaban con la misma tónica que minutos anteriores, y es que habiendo alcanzado el minuto 25 el Granada movía el balón a su antojo, pero era el Almería el que rascaba el primer córner del encuentro. A la media hora de encuentro, Rodri haría sufrir a la afición almeriense cuando un robo en el centro del campo a favor de la UDA provocó una jugada que acabaría despejando Germán y que le caería a Rodri, que se marchaba solo, pero perdió toda oportunidad de anotar tras errar en el segundo control y posteriormente perderla ante la férrea defensa de Saveljich. Un minuto después el Granada llegaría plácidamente a la zona de tres cuartos de campo de los locales y una dejada de cara de Rodri para Montoro que disparó raso a la izquierda de René sin encontrar portería.
El respeto que se tenían ambos equipos se empezó a notar a los 35 minutos de juego, donde primó el pase seguro y el juego de los centrocampistas a las jugadas de riesgo para buscar remate. El juego se empezó a poner más duro y llegaron las tarjetas al encuentro. Primero a Eteki y Víctor Díaz en el 37 y luego a Owona en el 40. El Granada volvió a coger el mando del juego, pero sin llegar a entrañar ningún problema para la zaga rojiblanca. Con esta dinámica llegaba el descanso.
El encuentro se reanudaba con igualdad máxima entre ambos conjuntos, en el que el juego táctico y posicional predominaba sobre el dinámica y el de jugadas de ataque vertiginosas. En el 57 llegaba el primer cambio del encuentro, Álvaro Giménez entraba por Demirovic. El encuentro apenas tendría más jugadas de ataque, aunque si destaca el aumento del número de córners lanzados por ambos equipos con respecto al primer tiempo. En el 67 se escapó una gran oportunidad para la UDA: Corpas hizo una buena jugada por banda y apuró hasta línea de fondo, dando un pase atrás que Juan Carlos iba a rematar dentro de la portería defendida por Rui Silva, pero en el último momento le roban el balón al mediapunta gallego.
El Granada introdujo sus tres cambios, dando entrada a Puertas, Adrián Ramos y Azeez por Vadillo, Rodri y Montoro, respectivamente; Mientras que por parte de la UD Almería solo entraría Rioja por Narváez. El encuentro no tendría ocasiones hasta el final del partido, aunque si hubo mucha emoción ya que ambos equipos lo intentaban y lo daban todo sobre el césped y parecía que el partido se podría decantar del lado del equipo que tuviese algún destello de brillantez de cara a portería, aunque finalmente el encuentro terminó sin ningún disparo entre los tres palos para ninguno de los dos conjuntos. Gran derbi vivido en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, entre dos conjuntos que sin duda van a pelear por mirar a lo más alto de la clasificación debido a méritos propios.
