Llegó el día. Llegó la hora de la verdad. El último escalón para tocar la excelencia. Granada amanecía bajo un sol radiante que acompañaría durante toda la tarde junto a una temperatura calurosa típica del mayo andaluz y, sobre todo, granadino. Durante la mañana centenares de aficionados colchoneros y ‘txuriurdines’ empezaron a lucir sus colores por las calles de la ciudad de la Alhambra. La fanzone que el Ayuntamiento dispuso para el disfrute de las aficiones empezó a colorearse de rojiblanco y de blanquiazul desde las primeras horas de la mañana. Todo preparado para el partido que cambiaría la forma de ver este deporte: el fútbol femenino. Un partido que, más allá de la alegría por la victoria o de la pena por la derrota, fue fundamental para la igualdad entre hombres y mujeres.

Sobre las 20:30 horas comenzaba el choque entre el Atlético de Madrid Femenino y la Real Sociedad tras el minuto de silencio celebrado por el fallecimiento del que fuera ministro socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. Eran las colchoneras las que intentaban llevar la batuta del partido. Se intuía el peligro por los flancos tanto de Sosa como de Sampedro, acudiendo la última constantemente al centro para establecer una conexión que parecía letal con su compañera. Por su parte, la Real Sociedad no se amilanaba y mostraba gran velocidad al contraataque, aunque la defensa rojiblanca controlaba sus acometidas.

La primera ocasión caía del lado de las atléticas. La central Tounkara remataba desde la frontal tras una jugada embarullada, pero el balón se marchaba desviado. El Atlético de Madrid dominaba con el paso de los minutos y eso se trasladaría al marcador. Kenti Robles llegaba por la banda derecha y ponía un magnífico centro que encontraría a Esther. La delantera, completamente desmarcada, enganchaba una magnífica volea con la que introducía el balón en las mallas donostiarras. El Atlético de Madrid se adelantaba tras el primer cuarto de juego.

FOTO: VAVEL / Javi Muñoz
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LA SUERTE DE LAS CAMPEONAS

Un estadio Nuevo Los Cármenes con muy buena entrada vibraba con el inicio de la final de la Copa de la Reina. Un encuentro en el que hasta el momento el fútbol lo ponían las colchoneras, mientras que las ‘txuriurdines’ esperaban su oportunidad con el cuchillo entre los dientes. Una oportunidad que llegaría poco después. Unos minutos más tarde las blanquiazules llegaban a tres cuartos y se encontraban con la muralla rival, impenetrable por momentos. Ante tal dificultad la mexicana Kiara Palacios se atrevía a chutar desde fuera del área. El disparo raso lo blocaba la guardameta rojiblanca. Sin embargo, la suerte se aliaba con la Real Sociedad para añadirle emoción al partido. El esférico se le colaba a Lola Gallardo por debajo de las piernas y ponía las tablas en el electrónico. Ahora estallaba de alegría la afición donostiarra, además del público neutral de Granada con la emocionante final que estaba viviendo.

El empate afectó a la portera colchonera. Poco después volvía a errar entregando el balón a Eizaguirre cuando presionaba la salida de balón rojiblanca. La jugadora vasca probaba una vaselina que atajaría sin mayores problemas la guardameta. El Atlético de Madrid sabía cómo jugarle al equipo de Gonzalo Arconada. Fuere como fuere los ataques rojiblancos siempre acababan con una internada por la banda izquierda de Ángela Sosa para después mandar un centro raso al medio, buscando la llegada y el disparo de alguna compañera. En lo que respecta a la Real Sociedad, las jugadoras rojiblancas continuaban juntas atrás y confiaban en la velocidad de Nahikari para elaborar una jugada junto a Cardona o Palacios, que a menudo conseguía inquietar a la zaga colchonera. En una de esas precisamente Nahikari dejó sentada a la rojiblanca Tounkara en una demostración de explosividad. El balón llegaba al medio y de nuevo Palacios probaba suerte desde la distancia. Esta vez Lola Gallardo no se complicaba y despejaba el balón a córner.

FOTO: VAVEL / Javi Muñoz
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Con poco más se llegaba al descanso. Las jugadoras estaban ofreciendo todo un espectáculo. Emoción, llegadas, peligro… De todo tenía este choque que servía sin dudas para reivindicar la valía del fútbol femenino, que estaba matando todo tipo de estereotipos.

Los segundos cuarenta y cinco minutos empezaban como los primeros. Sacaban las colchoneras de centro y rápidamente encaraban buscando la meta contraria ante una Real Sociedad que se defendía como gato panza arriba. Kenti Robles mandaba alta la primera ocasión de esta segunda parte tras una jugada colectiva por el flanco derecho. El Atlético de Madrid lo seguía intentando por medio de su capitana, Amanda Sampedro. La internacional española sorteaba las piernas de la defensa rival y el balón le llegaba a Hermoso, que conseguía sacar un disparo certero que la guardameta Mariasun Quiñones se encargaba de despejar para que sus zagueras terminasen a posteriori con el peligro colchonero.

No obstante, las ‘txuriurdines’ no se conformaban con el empate. Cuando intuían posible peligro presionaban la salida  y conseguían robar en campo contrario para terminar finalizando la jugada. Siguiendo este patrón Palacios disparaba desde lejos pero el cuero se iba muy desviado a saque de puerta.

PARTIDO DE REIVINDICACIÓN FEMENINA

El Nuevo Los Cármenes estaba prácticamente lleno con 17.550 espectadores de 18.000 posibles. El fútbol femenino batía récord de asistencia en una final de la Copa de SM la Reina y hacía historia en Granada. En este tipo de partidos lo inesperado suele poner patas arriba a los presentes. Y aquí no sería menos. A pesar del aparente dominio colchonero, los donostiarras conseguían adelantarse por primera vez en el partido. Nahikari estaba siendo la mejor de la Real Sociedad poniendo constantemente en dificultades a la zaga atlética. Obtuvo su premio al fusilar a Lola Gallardo en el punto de penalti tras una triangulación perfecta ejecutada en última instancia por Leire Baños. Saltaba la sorpresa en la ciudad de la Alhambra y la afición donostiarra empezaba a creer en el milagro.

FOTO: VAVEL / Javi Muñoz
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Por su parte las rojiblancas seguían con sus ofensivas por los costados. Sobre el minuto 70 pudo haber llegado el empate. Hermoso remataba en el área pequeña un balón filtrado por Sampedro, pero Quiñones se volvía a vestir con la capa de superheroína sacando un balón imposible que parecía que se colaba dentro de su portería. La afición rojiblanca animaba sin cesar y enmascaraba cualquier otro sonido existente como muestra de apoyo hacia las suyas, que buscaban el empate con tesón y coraje. El acoso rojiblanco sobre el área ‘txuriurdín’ era absoluto. Las ocasiones se sucedían pero la fortuna no sonreía a las atléticas. Primeramente Ludmila da Silva remataba de cabeza y el balón superaba por arriba a Quiñones, pero se estrellaba en el palo. Seguidamente, era Ángela Sosa la que estrellaba un centro chut en el larguero. Las actuales campeonas de la Liga Iberdrola no escondían sus cartas.

Las jugadoras colchoneras buscaban la portería de Quiñones a la desesperada, pero no podían atravesar el muro blanquiazul. Se superaban los 80 minutos de partido y la luz se iba apagando para el conjunto madrileño. La afición de la Real Sociedad celebraba de manera anticipada la victoria en las gradas del Nuevo Los Cármenes, la que podría ser la primera Copa de la SM la Reina para el conjunto vasco. La árbitra Martínez Madrona, sensacional durante toda la final, decretaba 5 minutos de añadido. Muy poco para unas y una eternidad para otras. Y con razón. El Atlético de Madrid, tras su acoso y derribo final, filtraba un balón que recogía Dolores. El tiempo se detenía en el Nuevo Los Cármenes. La jugadora colchonera se plantaba ante la heroína ‘txuriurdín’, Mariasun Quiñones.

Se escuchaba el silencio, al igual que se escuchó en Johannesburgo cuando Andrés Iniesta recibió ese balón que cambiaría el rumbo de la selección española para siempre. Parecía que habría prórroga, que esto no habría terminado. Pero las superheroínas no abandonan nunca a su gente. Quiñones volvía a aguar la fiesta al Atlético de Madrid con una parada que se incluiría desde ya en los momentos dorados de la Real Sociedad. Estas jugadoras habían hecho historia. La final se terminaba tras 95 minutos de brega, emoción y auténtico fútbol. La Real Sociedad conseguía su primera Copa de SM la Reina en su primera final de su historia ante un Atlético de Madrid que consigue su tercer subcampeonato consecutivo.

Humildemente para este redactor el resultado fue lo de menos. Las únicas palabras que puede plasmar en esta crónica son de agradecimiento hacia todo lo vivido. Hacia dos equipos que se dejaron la piel, demostrando que el fútbol no responde a cuestión de sexos. Dos equipos que habían hecho historia en la final de Copa con mayor asistencia de la historia. Agradecimiento también hacia un estadio Nuevo Los Cármenes que había sido la capital mundial del fútbol de élite durante algo más de dos horas. Agradecimiento a la sociedad granadina, que acudió al evento como si de su Granada CF se tratase. Y nada más. Enhorabuena a las campeonas y a las subcampeonas, pero nunca vencidas. Gracias al fútbol femenino. Gracias.

 

FICHA TÉCNICA

ATLÉTICO DE MADRID FEMENINO: Lola Gallardo; Kenti Robles (Calligaris, min. 79), Laia Aleixandri, Tounkara, Carmen Menayo (Andrea Falcón, min. 69); Ángela Sosa, Silvia Meseguer (Olga García, min. 87), Esther González (Dolores, min. 89),  Amanda Sampedro; Ludmila da Silva, Jennifer Hermoso.

REAL SOCIEDAD: Mariasun Quiñones; Iraia Iparraguirre, Ane Etxezarreta, Nuria Mendoza, Bea Beltrán (Soldevila, min. 78); Leire Baños (Carla Bautista, min. 86) , Chini Pizarro, Marta Cardona (Manu, min. 69), Nerea Eizagirre; Kiana Palacios (Sara Olaizola, min. 70), Nahikari García.

ÁRBITRA: Martínez Madrona (comité murciano). Amonestó a la colchonera Tounkara  y a las ‘txuriurdines’ Chini e Iraia.

MARCADOR: 1-0, Esther González, min. 15; 1-1 Kiana Palacios, min. 18.; 1-2 Nahikari García, min. 60.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la final de la Copa de SM la Reina. Disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes de Granada ante 17.550 espectadores.

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