Son pocos los premios que no tiene Leo Messi. El capitán del FC Barcelona se ha convertido en uno de los jugadores con más trofeos de la historia y es que, aunque con su selección se le sigue resistiendo el Mundial o la Copa América, lo ha ganado casi todo.

El atacante azulgrana cuenta con 10 Ligas, cuatro Champions, seis Copas del Rey, ocho Supercopas de España, tres Supercopas de Europa y tres Mundiales de Clubes. Son 34 títulos en total, que sumados al oro olímpico que logró con Argentina en 2008, son 35 trofeos. Más de los años que tiene el propio futbolista: 31. 

Individualmente, el argentino comparte, junto con Cristiano Ronaldo, el honor de ser el futbolista que ha ganado más Balones de Oro de la historia: un total de cinco. Pero lo que no tenía Messi era un trofeo que, a parte de lo futbolístico, reconociera su versión más social y humana. Todavía no se lo ha dado Argentina, pero sí lo hizo el pasado jueves su tierra de acogida: Cataluña.

En un Auditori del Fórum repleto, el capitán azulgrana recibió la Creu de Sant Jordi, una de las máximas distinciones de la Generalitat de Catalunya. Recibió la medalla y posterior placa de manos del presidente de la Generalitat catalana, Quim Torra, máximo representante de la institución que galardonó al también capitán argentino.

Durante el acto se recordó el por qué de la elección de Messi como galardonado. Se apuntó que, en un deporte de masas como el fútbol, "encarna la humildad, honestidad, aprendizaje, creatividad, sentido de equipo y respeto".

También se señaló que el jugador del Barça es el creador de la Fundación Leo Messi, que incide en equipamientos para pequeños y jóvenes. Finalmente, se apuntó que lleva colaborando con distintos centros hospitalarios catalanes y se destacó, especialmente, su aportación al Hospital de Sant Joan de Déu, con la construcción del Pedriatic Cancer Center