El joven futbolista extremeño de 24 años llegó a las 12:00 horas de la madrugada al aeropuerto de San Pablo, donde fue recogido por Monchi e Iván de la Peña (el representante de Óliver).

Tras cerrar la estructura principal de la nueva plantilla, con el fichaje de los nuevos goleadores Dabbur y De Jong, con los nuevos y jóvenes centrales que traten de arreglar el vacío defensivo de la anterior campaña Koundé y Diego Carlos, la incorporación de Reguilón para ponerle las pilas a Escudero con una competencia cierta que no ha tenido estos dos años atrás, Joan Jordán y Fernando para echar ancla en un centro del campo con altibajos, y con Ocampos como el extremo luchador y de equipo que necesitaba el conjunto andaluz.

Ahora llega Óliver Torres para ser un sustituto natural de Banega y una dura competencia para Franco Vázquez. Dos jugadores con una magia especial con el balón, pero que la acumulación de partidos en la anterior temporada acabó por desgastar a las dos figuras más influyentes en la primera mitad de la temporada.

Óliver llega al conjunto sevillista por un traspaso de 12 millones, procedente desde Oporto, donde llegó hace dos temporadas, tras dos temporadas de préstamos del entonces jugador del Atlético de Madrid (primero en la 14/15 y luego en la 17/18). El conjunto luso pagó 20 millones por la joven estrella de Navalmoral de la Mata.

Ahora Óliver firmará en la capital andaluza para las próximas cinco temporadas, y podrá reencontrarse con Julen Lopetegui, al que denominó en alguna entrevista en su etapa en Porto con el técnico vasco como su "padre futbolístico", siendo además el técnico que mejor rendimiento le ha sabido sacar al centrocampista.

Aún con 24 años, el Sevilla se hace con un jugador bastante experimentado, con muchos minutos en Europa, donde ya ha disputado hasta 34 partidos en la UCL. Aun así el traspaso se puede denominar como una auténtica ganga, pues por 12 millones se hace con un joven y experimentado jugador con un valor de mercado algo mayor.