Se cierra el telón al primer acto de la Liga en Abanca Balaídos. Y no pudo tener un peor resultado. El Celta sufrió su primera derrota de la temporada antes un Madrid bastante escueto, que terminó con diez, pero que aun así consiguió hacer daño al conjunto dirigido por Frán Escribá.

El equipo celeste cumplió con lo esperado, disponiendo un 4-4-2 en el que Denis Suárez y Brais Méndez ocuparon los costados, pero siempre con el ojo en la zona central. Por su parte el Real Madrid de Zidane, debido a las bajas de última hora confió en su vieja Guardia. Marcelo, Ramos, Benzema y el más que conocido centro del campo Casemiro-Kroos-Modric.

Como amantes del fútbol, se esperaba un partido trepidante y con un claro enfoque, fútbol de calidad. Sin embargo lo más relevante del primer acto fue espectáculo grotesco por parte del colectivo arbitral. El tridente, capitaneado por Estrada Fernández, se encargó de petardear un encuentro marcado por la intensidad en el medio del campo. Y eso que las patadas iban en ambos sentidos. Se sacaron tarjetas de manera temprana y a discreción. Denis y Rubén fueron dos de los afectados al pedirle que revisase la jugada del primer gol por una falta de Casemiro. Sin embargo, no se revisó nada y recibieron la amonestación.  Fuera de eso, el juego celeste lo concentraban dos hombres, Denis Suárez y Iago Aspas. El de moaña no tuvo su mejor partido, aunque el debut de Gabriel Fernández no le dio demasiadas ayudas. Lento, poco participativo y sin enterarse mucho del juego, dio la sensación de jugar más minutos de los que le correspondían.

En el minuto 44 de partido, tras una buena presión colectiva, llegó el gol de Brais Méndez, que sería anulado por fuera un fuera de juego posicional anterior. En este caso sí se revisó el VAR ante una posible infracción. 

Se llegó al descanso con un enfado evidente en la grada, no tanto por el juego de su equipo, que estuvo bien aunque sin florituras, sino por la sensación de estar jugando contra viento y marea.

En la segunda mitad, sin cambios en ningún equipo, llegó uno de los momentos que marcaría el partido. El croata Luka Modric fue expulsado por roja directa tras realizar una entrada en el talón sobre Denis. El Madrid se quedó con diez, pero no cambió su estilo de juego.

Siguió buscando encontrar la portería rival cuando, en el minuto 61, Kroos disparó a la escuadra sin oposición alguna, marcado así el segundo en la cuenta del equipo. Se nota que Kroos tiene cogida la medida al Celta, pues es el equipo al que más goles le ha marcado de blanco.

El Celta buscó reaccionar, de una manera un tanto extraña, sustituyendo a los dos mediocentros, Beltrán y Lobotka, que hicieron todo el esfuerzo en retener al medio del campo del Real Madrid. En su lugar entraron Pape, que volvía a vestir la celeste, y el extremo Pione Sisto

El Madrid por su parte introdujo una serie de cambios de corte continuísta e incluso ofensivo, puesto que el Celta no le estaba planteando grandes problemas a nivel defensivo. Entraron Isco, Jovic y Lucas Vázquez, siendo este último quien marcaría el tercer gol y celebraría el mismo poniendo las manos en las orejas, ante la pitada del estadio. 

Por su parte el Celta intentó modificar su estilo de juego, siendo más directo en los minutos finales. Fue en el 88' cuando el técnico valenciano dio entrada al canterano Iker Losada, que realizaba su debut no sólo en Balaídos, sino en primera división. Y será un día que no olvidará nunca, pues fue el encargado de abrir el marcador celeste con un gran disparo cruzado que no pudo detener Curtuois. 

Queda mucho, pero es un aviso

Está claro que es el primer partido de la temporada, que muchos de los téoricos titulares están en la enfermería y que otros o no se han adaptado o no están al cien por cien, pero este equipo todavía está verde y muestra señales de debilidad. Sigue teniendo problemas defensivos, sigue concediendo metros y le faltan ideas en tres cuartos de campo.

El más destacable del partido fue Denis Suárez, que demostró lucha, entrega y una clase propia de su nivel. El de Salceda estuvo muy activo en todo el partido y dio varios pases que poco faltaron para convertirse en goles.

El apunte negativo lo propició el "Toro" Fernández que jugó de nueve, pero no fue un nueve. Salió en la presión, pero no presionó. Se movió para asociarse, pero no se asoció. En definitiva, mucho le queda al delantero uruguayo como para desbancar a Santi Mina y Iago Aspas del rol de delantero titular y, quien sabe, si a Iker Losada. Los de abajo vienen apretando.

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