El escenario no puede ser más bueno para seguir creciendo y continuar con la buena racha. Lo malo, es que el escenario es uno de los más difíciles de la Liga y contra uno de los mejores equipos del mundo. Por esta razón, el acontecimiento se espera con ganas y ambición y por qué no con esperanza de ‘rascar’ algo positivo del coliseo blanco. Las claves para conseguir una posible victoria son:

La fragilidad defensiva

Los dos equipos carecen del mismo error: dar constantemente facilidades en defensa. El Madrid por dejar muchos huecos atrás a la hora de algún contraataque del equipo rival y el Valladolid por ser tan débiles en defensa que a la hora de la verdad puede costar caro. Si el Valladolid se posiciona bien en defensa, sin generar dudas y contrarrestando a Benzema y compañía, puede caer la sorpresa.

Aprovechar las ocasiones generadas con una buena posesión

El gol de Óscar Plano en el Villamarín es el ejemplo perfecto de que el trabajo constante vence a todo. La paciencia de los chicos de Sergio González dio sus frutos y el balón acabó en el fondo de las mallas. Moviendo la pelota de un lado para otro, sin dar pases imprecisos y sin generar contrataques, el Valladolid puede ganar en el Bernabéu y que nadie se extrañe. El Madrid echará de menos a Modric uno de los que empieza a subir filas cuando el equipo hace la presión, sin embargo, el croata fue sancionado y estará en la grada viendo a sus compañeros.

La formación: ¿cuatro defensas o cinco?

Es la oportunidad del debut de Pedro Porro. El internacional sub-21 estaba acostumbrado de jugar con tres centrales con el Girona, siendo él unos de los carrileros y teniendo acceso a toda una banda para él solo. El joven español puede hacer mucho daño al Real Madrid que viendo lo visto en la pretemporada deja muchos espacios atrás (sobre todo por las bandas) para que el reciente campeón de Europa aproveche todo su recorrido y genere ocasiones muy peligrosas para los pucelanos.

Salisu y su contundencia ya serían los encargados de cerrar cada vez que él suba. Jugando con cinco atrás, lo ideal sería jugar con cuatro medios y uno arriba cuando el equipo se disponga a defender, juntos y bien colocados. Lo que está claro es que los 11 que elija Sergio González estarán preparados para la batalla que se avecina.