Como bien calificó el DT argentino allá por septiembre, su equipo está en un momento de transición. El tiempo le ha dado la razón ya que se han ido viendo como pocas veces ha sucedido, todas las debilidades y virtudes del conjunto rojiblanco.

  • ¿Cómo funciona el Atlético del Cholo?

A Simeone le gusta los guerreros. Aquellos que se dejan las piernas por el equipo. En puestos como el portero, obviamente se debe asegurar siempre con lo mejor.

La definición del Atlético sin duda es la de supervivencia extrema, la de aferrarse a una idea y luchar hasta el último momento.

Su juego se basa en asegurar la solidez defensiva. A partir de ahí, nacen las posibilidades, habitualmente sin el protagonismo del balón, pero con la picardía suficiente como para lograr la contundencia necesaria que lleve al objetivo.

Infinidad de veces Simeone se ha manifestado aclarando que uno juega a lo que puede, en función de lo que tiene. Sin embargo, esto se antoja un argumento insuficiente para describir sus carencias. A las pruebas me remito para afirmar esto, dirigiéndonos al archivo y comprobando que siempre que tuvo la oportunidad, trajo a un “nuevo guerrero” y pocas veces, a un habilidoso, generador de juego o un gran capacitado en tareas ofensivas.

  • ¿Cómo afrontar lo que se viene?

A los madrileños no les queda otra que volver ampliamente mejor que sus rivales. Esto quiere decir que deberá ser tan contundente en el campeonato nacional, como lo fue en la eliminatoria frente a los de Klopp. Evidentemente, el formato que se aplique para definir tanto La Liga como la Champions le influirá igual que a todos, pero no debe olvidar que cada punto que se deje por el camino será un incremento de riesgo para la temporada que viene.

En Europa la cosa es diferente: la moneda puede caer de cara o mostrar la cruz. Probablemente la fase más difícil fue superada pero esto no garantiza que la siguiente prueba no haga otra cosa que mostrar debilidades.