Un partido clave para la selección, pues ya no cabían más errores tras la primera jornada. Ese mal día que cualquier equipo tiene en los campeonatos ya había sucedido, y no podía repetirse, solo tenía que haber una victoria si querían seguir en Sudáfrica. España se enfrentaba a Honduras, en la segunda jornada de su camino mundialista. Por fin, el equipo de Del Bosque conocía el estadio Ellis Park, pues un año antes, en la Copa Confederaciones, al caer ante Estados Unidos no pudo jugar la final en dicho evento.

Aquel día, el técnico salmantino colocó en el once inicial a Casillas, Sergio Ramos, Puyol, Piqué, Capdevilla; Busquets, Navas, Xavi, Xabi Alonso; Villa y Torres. Y luego daría salida a Arbeloa, Cesc Fábregas y Mata. La Roja buscó la victoria desde el inicio. Antes de los primeros 15 minutos, una buena ocasión de Torres y un tiro al palo de Villa dejaban muy buenas sensaciones. Y en el minuto 17, llegó el primer gol tras un fuerte disparo de David Villa que se coló por la escuadra de la portería de Noel Valladares.

Prácticamente los 90 minutos estuvieron bajo el dominio español. El grupo de Busquets y Alonso más el de Xavi, hacían que el control del medio campo fueran del lado español. Muchas ocasiones de gol, sin llegar a serlo, pero hacían presagiar que el partido terminara de color rojo. En la segunda mitad, el asturiano volvió a ser el protagonista al marcar el segundo tanto después de un centro de Jesús Navas y dejaba más tranquilidad. Poco después pudo llegar el tercero, pero el delantero falló desde los 11 metros.

Con este triunfo y la derrota de Suiza, la Selección dependía de sí misma para aspirar a todo en el Mundial. Cinco partidos por delante y cinco victorias para colocar en el escudo la primera estrella.