Tercera temporada consecutiva del Real Valladolid en la Liga Santander y el objetivo del club sigue siendo el mismo: la permanencia. En su primera campaña de la actual racha, la salvación llegó a falta de una jornada después de mucho remar. En julio, mejoraron y en la 36 ya estaban salvados. Ahora se busca sufrir menos y tener una temporada más tranquila. A pesar de esto, el equipo no ha empezado bien y suma dos puntos, ambos conseguidos en casa empatando frente a Real Sociedad y Celta, a lo que hay que sumar la derrota en el Villamarín ante el Betis por 2-0.

Capitaneando el barco sigue Sergio González, que llegó en abril de 2018. Ascendió desde Segunda y ha sido capaz de mantener a flote la estructura a pesar de competir con auténticos transatlánticos, superiores en presupuesto y en estructura. Su trabajo, junto al de la dirección deportiva y la propiedad van dando sus frutos y con los refuerzos que han llegado este verano, el equipo tiene que dar un salto de calidad.

Orellana y diez más

El chileno es la piedra angular del Valladolid 2020-21. Procedente del Eibar y con experiencias pasadas en Xerez, Granada, UdineseValencia y Celta. El mediocampista llega para aportar su experiencia, su calidad y juego a balón parado, que en la lucha titánica por conseguir puntos, un penalti convertido, una falta o una asistencia en un córner es vital. Al venir a coste cero, solo se le ha tenido que hacer hueco en el plano salarial, por lo que el dinero conseguido por la venta de Salisu se ha podido destinar a otros futbolistas.

Sergio le ha dado desde el primer momento batuta y galones, sabedor de que les aporta un plus de calidad que faltaba la temporada pasada. Se le espera en cada once inicial a excepción de descansos o lesiones.

Orellana, flamante fichaje blanquivioleta. Fuente: Real Valladolid
Orellana, flamante fichaje blanquivioleta. Fuente: Real Valladolid

La otra gran incorporación vallisoletana se produjo desde la liga austriaca, pero con origen israelí: Weissmann. El delantero anotó el año pasado 37 goles y se coló entre los diez máximos goleadores del continente europeo. La falta de gol que ha caracterizado a los pucelanos tiene que desaparecer en cuanto el ariete se adapte al fútbol español. La inversión en él es la más cara de la historia del club, 4 millones de euros.

El resto de refuerzos han ido encaminados a mejorar la zaga: Bruno desde el Levante, Luis Pérez desde el Tenerife, El Yamiq desde el Genoa y Roberto desde el West Ham. También se han hecho en propiedad con Raúl Carnero y Javi Sánchez, cedidos en la 2019-20 por Getafe y Real Madrid respectivamente.

Un once con pocas variaciones

No es muy amigo el técnico de Hospitalet en tocar el sistema. Es por eso que en estas primeras jornadas apenas se han visto novedades respecto a los titulares del pasado año. Bruno ocupa el puesto de Salisu, y a su lado ya ha tenido como compañeros a Joaquín y a Javi Sánchez (titular el pasado sábado por la lesión de Joaquín. En portería, Roberto ha sustituido a Masip, positivo en coronavirus que solo pudo disputar la jornada inicial.

Bruno ha tenido buen estreno en Pucela. Fuente:Real Valladolid
Bruno ha tenido buen estreno en Pucela. Fuente:Real Valladolid

A lo que sí que ha dado vueltas es a la posición de los jugadores y a sus titularidades. Carnero se estrenó ante el Celta por delante del lateral, en un experimento que no terminó de funcionar del todo. En ataque Orellana y Guardiola (a la espera de Weissmann) son fijos, Óscar Plano pisó el banquillo por primera vez tras ser titular las dos primeras jornadas y en el medio, San Emeterio ha empezado con paso firme, pero ningún compañero de medular se termina de consolidar.

El hecho de que sea jornada intersemanal y las bajas con las que llega a Valdebebas (Masip, Luis Pérez, Moyano, Joaquín, Kiko Olivas, El Hacen, Alcaraz y Sekou Gassama) provoca que la alineación titular que salga al campo frente al Madrid sea toda una incógnita.