FC Barcelona y Real Madrid se vieron las caras en la séptima jornada de una nueva edición de la competición doméstica con numerosas carencias que sanar. El encuentro, que se disputó sin la presencia de aficionados en las gradas, contó con diversas sorpresas en las alineaciones iniciales; la más notable, la suplencia de Antoine Griezmann en lo que compete al cuadro azulgrana. En lo que al escuadrón blanco se refiere, Zinedine Zidane apostó por el desborde de Marco Asensio y Vinícius Jr., jugadores encargados de escoltar a Karim Benzema. Llegadas las 16:00 horas, Martínez Munuera decretó el comienzo del encuentro, dando paso a un Clásico atípico y excepcional a consecuencia de la complicada coyuntura sanitaria que atraviesa el territorio nacional en su totalidad. 

El Camp Nou acogió, en esta ocasión, una nueva entrega de una rivalidad histórica. Los primeros suspiros del partido estuvieron marcados por la intensidad; asimismo, el conjunto blanco tomó la delantera en el marcador gracia a una jugada colectiva sobresaliente que culminó, con una definición certera y precisa, Fede Valverde. En el minuto cinco del choque, el 0-1 reinó en el feudo azulgrana. Tres minutos después, Ansu Fati igualó la contienda con un disparo que no logró repeler Thibaut Courtois. En la misma línea, Jordi Alba dispuso de una relevancia superlativa en la jugada que supuso el 1-1 en el electrónico. 

Intensidad y tablas al descanso 

Después de un inicio vibrante y atractivo para el espectador, el Real Madrid quiso juntar las líneas, buscando provocar errores que derivasen en contragolpes. Vini Jr. y Marco Asensio esperaban en los costados, mientras la figura de Toni Kroos emergía como un elemento indetectable para el 1-42-3-1 del equipo culé. Por su parte, Leo Messi se unió a la medular, acompañando a Sergio Busquets y De Jong, en la siempre ardua tarea de generar juego y fútbol. Pedri, subsidiariamente, no apareció y se mostró inseguro con el esférico pegado al pie. 

Cumplidos los primeros cuarenta y cinco minutos, el colegiado del encuentro decretó el final de la primera mitad con el 1-1 hondeando en el marcador. Sobremanera, ambos conjuntos evidenciaron cansancio fruto del esfuerzo realizado en una primera mitad que fue de más a menos, basada en la intensidad inicial y la solidez defensiva posterior. En líneas generales y realizando una visión global de lo acaecido en el terreno de juego, Fede Valverde y Ansu Fati, los goleadores, fueron los jugadores más entonados, sumados a un Karim Benzema galopante y dominador. En adición y ya en los últimos minutos de la primera mitad, Nacho Fernandez abandonó el césped con evidentes muestras de dolor; Lucas Vázquez, extremo reconvertido a lateral, ocupó su lugar, con el arduo propósito de minimizar las virtudes y cualidades de los atacantes azulgranas. 

Igualdad e intervención del VAR

Martínez Munuera abrió la veda del segundo acto y la intensidad continuó primando, convirtiéndose en el ingrediente principal de un encuentro marcado por las buenas acciones colectivas. Asimismo y como consecuencia del cansancio de Jordi Alba, el Real Madrid percutió por el costado izquierdo, haciendo que Marcó Asensio realizase un despliegue físico notable. Por el otro flanco, Ferland Mendy continuó incombustible, emergiendo como un efectivo prolífico en ataque y solidario en el apartado defensivo. El partido siguió su curso y el FC Barcelona pudo sacudirse el dominio blanco con una ocasión de Coutinho; no obstante, su disparo se marchó ligeramente desviado de la meta defendida por Thibaut Courtois. 

En el minuto 63, Sergio Ramos protestó una acción en el área que concluyó con un nuevo tanto del conjunto blanco. Lenglet agarró de la elástica al capitán de la escuadra merengue y el colegiado, tras proceder al visionario de la acción, dictó sentencia y decretó el lanzamiento desde los once metros, amonestando, además, a Jordi Alba con cartulina amarilla. Con el marcador en contra, el FC Barcelona se hizo con la posesión, mostrándose confiado en una hipotética y viable remontada. El equipo encabezado por Zidane, por otro lado, esperó atrás, con las líneas bien posicionadas, en busca de algún error de los centrocampistas locales. 

Recurriendo a los cambios como última opción, el Barça achicó aguas y el Real Madrid esperó atrás. Pese a disponer de un mayor porcentaje de posesión, las ocasiones corrieron a cargo del escuadrón visitante. Toni Kroos, por partida doble, y Sergio Ramos, con su pierna izquierda, pudieron ahondar en el naufragio azulgrana; sin embargo, Neto ensalzó su figura y detuvo, hasta en tres ocasiones, varios disparos llegados desde las botas de los pupilos de Zinedine Zidane. En una última instancia, la insistencia de la escuadra vikinga vio su recompensa con el 1-3, que llevó la firma de Luka Modric. El volante croata se deshizo de Neto y definió a la perfección con el exterior de su exquisito pie derecho. 

Con la victoria en el Camp Nou, el Real Madrid concluye una racha de dos partidos consecutivos sin conseguir la victoria. En consonancia con el triunfo merengue, el FC Barcelona prosigue inmerso en una dinámica titubeante, cosechando una nueva derrota, tras la debacle en el Coliseum Alfonso Pérez ante el Getafe CF. En la misma línea, ambos conjuntos deberán olvidar lo acontecido sobre el feudo culé para focalizar sus atenciones en los compromisos venideros, siendo la UEFA Champions League el quehacer más cercano en el calendario.