Si alguien pensaba que jugar la Europa League iba a ser fácil para los realistas, estaba totalmente confundido. Llegados a la mitad de la liguilla de grupos, los de Alguacil se la juegan el todo por el todo en los próximos tres encuentros. A la Real le va fenomenal en la competición doméstica, que es verdaderamente la que le "da de comer", y centrarse en ella y priorizarla sobre otras cosas evitará un caso como el del RCD Espanyol de la última temporada. Eso no quita que tire la Europa League, más bien debe servir como una motivación extra. 

En este primer cuarto de temporada, los realistas están dejando unas sensaciones de equipo grande, que aspira a todos los objetivos posibles, sin embargo, cuando se ponen la elástica con el parche de la Europa League no están brillando. Pero es la realidad. Jugar en Europa se traduce en eso, partidos de mucha intensidad, a cara de perro y que se marca por pequeños detalles técnicos o tácticos.

  • Dos caras y una cruz

La Real se estrenó en tierras croatas ante el rival, a priori, más asequible del grupo. Jugar ante público en contra en terreno inhóspito después de tantos encuentros fue un factor que incidió de forma negativa en los visitantes, hasta el punto de tener que adelantar líneas y sacar del banquillo a varios delanteros, entre ellos el autor del único gol, Jon Bautista. Casi al final del choque, cuando ya todo hacía indicar que la Real conseguiría un punto, apareció el joven errenteriarra para concretar una jugada colectiva y llevarse tres puntos transcendentales. El AZ sorprendió en San Paolo llevándose el litigio por la mínima con la diana de De Wit. 

En el siguiente encuentro recibía a uno de los cocos de la competición, el Napoli de Genaro Gattuso. La escuadra donostiarra fue superior en todos los aspectos, pero en el fútbol los detalles siempre son considerables. Un gol de Matteo Politano a la hora de partido dejó con tres puntos a los realistas en la tabla. Los holandeses, por su parte, le endosaron un 4-1 a los de Rozman, técnico del Rijeka

En la última jornada previa a un nuevo parón de selecciones, la Real se medía al líder del grupo. Otra vez superior, las estadísticas así lo reflejan. 65% de posesión, 25 remates, 16 saques de esquina... conclusión: 1-0, gol de Portu. Una vez más se volvió a demostrar que, a pesar de que no tengas finura de cara a portería, ganar este tipo de choques es, cuanto menos, dificultoso. A los italianos les costó también superar al Rijeka a domicilio (1-2). 

  • Pasan dos y uno dejará la competición

No así como en la UEFA Champions League, que a pesar de quedar tercero tiene premio, en esta competición no lo hay. El grupo está apretadísimo; el AZ Alkmaar lidera la tabla con seis puntos por goles a favor (algo anecdótico a estas alturas hasta que se vuelvan a enfrentar), y le siguen con los mismos (6) Napoli y Real Sociedad, dejando muy atrás al conjunto croata, que necesita un milagro para pasar, si es que tiene opciones. A los del oriotarra Alguacil les queda por visitar los dos estadios de ambos, el AFAS Stadion y San Paolo. Recibirá en casa al Rijeka en la penúltima jornada.

Algunos realistas ya empiezan a realizar la típica "cuenta de la lechera", máxime por como está la clasificación, pero no creo que sea el momento. La Real depende de sí mismo para estar presente en la siguiente fase, uno de los anhelos del conjunto vasco, donde se mediría a rivales de la talla del Arsenal, Roma, Tottenham o Milán, entre otros. Antes de pisar los Países Bajos, la Real se enfrentará en la Liga Santander al Cádiz en el Ramón de Carranza con un sólo objetivo: mantener el liderato.