Si hubiera que definir el partido del Real Madrid en la Ciudad Deportiva de Buñol, posiblemente las palabras "intensidad" y "seguridad" serían las más idóneas. Las de la capital viajaron a Levante con las ideas claras: que lo que se vio contra el Sevilla, esa remontada y confianza en sí mismas, son solo un paso más hacia la cima. Sin duda cumplieron sus expectativas e incluso las superaron, pues abandonaron la ciudad deportiva granota con los tres puntos de la jornada aplazada bajo el brazo, en segunda posición en la tabla y a solo un punto del líder. 

Cuarta victoria encadenada en la Liga Iberdrola

Las intenciones del Real Madrid son evidentes y directas: acomodarse dentro de los tres primeros puestos de la competición doméstica para asegurarse la Champions League. Y, en busca de ese objetivo que han conseguido momentáneamente con el 1-2 frente al Levante, han dejado huella por el camino. La última vez que perdió un partido (uno de los dos de esta temporada hasta el momento), fue el 11 de noviembre contra el Granadilla. Desde entonces, Athletic Club, Betis, Sevilla y Levante han visto como las merengues se han alejado con los tres puntos correspondientes a cada una de las jornadas. 

No hay más que ver los números que están haciendo las madridistas para saber que, de seguir por este camino, son serias rivales a tener en cuenta, tanto a nivel nacional como internacional, si se diera el caso. Y es que se han colocado por delante del Atlético de Madrid con el mismo número de partidos. Pero, por si eso fuera poco, es importante señalar que han celebrado siete victorias en los últimos ocho choques. 

El cuadro blanco brilla con luz propia, y aún tiene tres oportunidades más antes de que acabe el año para afianzarse en lo alto de la tabla. Espanyol, Atlético de Madrid y Sporting de Huelva serán los próximos rivales ante los que tratarán de seguir la misma dinámica que han llevado hasta el momento.