Raúl salió con todo en la primera jornada para tratar de imponer su planteamiento futbolístico desde el comienzo de la campaña. Los canteranos madridistas mostraron su superioridad desde el minuto uno, pero la falta de efectividad de los hombres de arriba acabó pasando factura a los merengues.

La estrategia dio sus frutos

La temporada pasada quedó patente la importancia que otorga el mister, Raúl González Blanco, al balón parado y la estrategia. Teniendo en cuenta el perfil de futbolistas con los que cuenta el Real Madrid Castilla, es imprescindible explotar esta baza ofensiva al máximo. El guante que poseen futbolistas como Sergio Arribas, Bruno Iglesias o Peter sumado al poderío aéreo de jugadores como Rafa Marín o Álvaro Rodríguez, hacen del Castilla un auténtico peligro en jugadas a balón parado.

En esta ocasión, los protagonistas fueron Peter y Álvaro. El extremo la puso con música a la cabeza del delantero gerundense. El dorsal 27 blanco dejó patente su hambre de gol elevándose al cielo del Di Stéfano y soltando un testarazo imposible para el guardameta rival.

Polémica y empate del Linense

El gol de Álvaro había hecho justicia en el luminoso, el Real Madrid se estaba mostrando superior y estaba dominando todas las facetas del juego. Sin embargo, los minutos fueron pasando y el club madridista no fue capaz sentenciar el encuentro o, al menos, aumentar la distancia en el luminoso. Así pues, en una jugada bastante controvertida el colegiado señaló penalti a favor del conjunto visitante. Las protestas y reclamos de los blancos no cambiaron la decisión del árbitro, que se mantuvo firme y dio paso al lanzamiento de la pena máxima. No obstante, para lamento de los futbolistas del conjunto gaditano, Omar erró el lanzamiento. Las cosas seguían igual, el Castilla dominaba, pero no sentenciaba y, este hecho, pocos minutos después supondría el empate del Linense.

Un error defensivo de Lucas Cañizares, en primer lugar, que despejó al centro y de Rafa Marín, después, que no acertó a desviar el disparo supusieron el 1-1 en el marcador.

El mago hizo justicia

Tanto los futbolistas como su entrenador del Castilla se mostraban incrédulos ante lo que estaba ocurriendo. El conjunto local apenas les había creado peligro y, sin embargo, habían logrado implantar las tablas en el luminoso. Y, así fue, hasta que el mago salió a relucir para poner las cosas en su sitio. Sergio Arribas, el 10 blanco, se sacó otro de sus trucos de la chistera para zafarse de Liu defensor y batir al guardameta rival.

Arribas conduciendo I Imagen: Real Madrid
Arribas conduciendo I Imagen: Real Madrid

Poco duró la alegría en el Di Stéfano

El gol de Arribas hizo justicia, sí, pero ni mucho menos sentenció el encuentro. En los últimos minutos, el choque parecía haber cobrado más vida que nunca. El conjunto gaditano realizó un arreón final que acabó dándole sus frutos. En primer lugar, un libre directo que por poco se convierte en el gol de la jornada si no fuera porque la cruceta evitó el tanto visitante y, posteriormente, Fran Morante logró cabecear un córner en los últimos minutos de juego para rescatar un punto que parecía perdido.

Además, prácticamente en la última jugada del partido, Dotor fue expulsado tras ser amonestado por segunda vez en el partido. El centrocampista blanco estaba siendo agarrado por su par y en un acto reflejo sacó el brazo y golpeó involuntariamente el rostro del futbolista rival. Una infracción que le costó la segunda amarilla y, por tanto, la roja, pero que ni mucho menos fue fruto de la impotencia o la frustración. Solo hace falta observar la jugada y como el futbolista merengue rectifica y pide perdón nada más sentir el contacto con el futbolista del Lienense.