El Deportivo no pudo continuar con su racha de victorias consecutivas el pasado sábado en Alcorcón. El reto se antojaba difícil, no hay que olvidar que se acudía al feudo del colíder de la categoría, invicto en su estadio en lo que va de temporada. Fue un día de mucho frío y el Alcorcón estableció un precio fuera de lo habitual para las entradas.  A pesar de todo esto, la afición respondió una vez más y consiguió que el Municipal de Santo Domingo pareciera un "mini Riazor".

El ambiente vivido en los aledaños del estadio en la previa del encuentro fue espectacular. Desde primeras horas de la mañana ya se veían camisetas, bufandas y banderas deportivistas por la zona. No hubo ni un solo incidente entre las aficiones. Durante el desarrollo del encuentro, los deportivistas no pararon de animar, a pesar de la mala primera parte del Deportivo que se fue al descanso con un 1-0 en contra. Tras la reanudación y la pronta expulsión de Mackay, los ánimos se vinieron abajo. Sin embargo, con el gol de Lucas se desató la locura e incluso se creyó en la remontada, creencia que pronto se difuminó con el disparo lejano de Berto que ponía de nuevo en ventaja a los locales. El postrero penalti dio la puntilla a las esperanzas deportivistas, con una celebración polémica de Dalmáu que fue a festejar el gol en la grada donde se encontraban los aficionados herculinos, en lugar de ir a hacerlo con sus propios seguidores.

De poder finalizar la jornada a un punto del líder el Depor queda a siete. Así cierra la primera vuelta, en cuarta posición, puesto de playoff, con mucho que mejorar sin duda, pero con toda la segunda vuelta para poder hacerlo. Se espera con impaciencia que en los próximos días lleguen refuerzos que aumenten las prestaciones de la actual plantilla.

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Daniel Ruiz (@daniruizg76)