Golpe a La Liga. El Real Madrid asaltó el Vicente Calderón gracias a un triplete de Cristiano y se aúpa aún más a lo alto de la clasificación. Y lo hizo con un partido correcto, sin alardes, con las ideas claras y un sistema de juego donde el equilibrio del centro del campo fue clave. Zidane ganó en la batalla táctica y las cosas empezaron a sonreir al lado blanco en todos los ámbitos: el rebote del primer gol, el penalti del segundo y unas decisiones arbitrales que desesperaron a la grada del Manzanares. Sea como fuere, un dulo golpe al Atlético, cuya afición acabó coreando al 'Cholo', el himno y aplaudiendo al equipo. La confianza sigue intacta.

Un Atleti desaparecido

El Atleti tenía una misión: dejar un legado eterno. Lo advertía el tifo desde el inicio pero no conseguían hacerlo los jugadores desde el campo. La mejor noticia para el Madrid, curiosamente, había llegado en forma de lesiones. Ramos había sido descartado a última hora y la baja de Benzema dejaba a Zidane la posibilidad de equilibrar el equipo. Con Modric volviendo a los mandos, Isco se encargaba de crear y los blancos se disponían en un 4-2-3-1 que les daba ventaja sobre el césped. O al menos, esa era la sensación en la grada.

Porque a pesar de que los primeros minutos auguraban un partido parejo, el Atleti no terminó de cogerle el tono al encuentro. La entrada de Torres había sido la principal novedad, pero El Niño sigue sin ser el '9' que necesita este Atleti. Eso obligó a Simeone a llevar a Griezmann a la izquierda, probablemente el peor error del 'Cholo'. Porque el francés no apareció en la primera parte. El Atleti necesitaba juego y solo Koke se ofrecía y Carrasco lo intentaba desde la derecha. Pero no tenía las ideas claras.

Tras muchos partidos sin ser él, Cristiano pareció reencontrarse consigo mismo en la primera mitad. Primero, un cabezazo y una espectacular parada de Oblak casi sobre la línea de gol. De las que acaban dando puntos. Modric volvió a avisar con un tiro raso y el propio Ronaldo, con ayuda de Savic, marcó una falta lejana y adelantó al Madrid en el Calderón. Era el 22' y quedaba un mundo, pero el Atleti no supo reaccionar. El portugués rozó el segundo tras una gran maniobra dentro del área que atajó Jan y el Atleti se fue a los vestuarios con necesidad de renovar sus ideas.

Reacción sin premio... y castigo

El resultado acabó siendo engañoso, pero el Atlético salió de los vestuarios decidido a por el partido. Los de Simeone arrinconaron al Real Madrid en su área mientras los blancos esperaban una oportunidad para salir a la contra. Diez minutos de dominio y asedio que, para desgracia da la parroquia rojiblanca, no se transformaron en gol. Griezmann y Carrasco, dos veces cada uno, lo intentaron antes de que Borbalán empezara a desesperar a todo el Vicente Calderón. El colegiado se marcó una segunda mitad donde todas las dudas cayeron del lado visitante. Él parecía verlo claro.

En esas, un gesto torpe de Savic, que antes había aparecido para evitar una clara contra llevada por Modric, acabó con Cristiano en el suelo del área y el portugués transformando la pena máxima, una más para este Atleti 175 días después. Oblak se tiró, pero no adivinó. Al Real Madrid le bastaba con un partido simplemente correcto para ir con dos goles de ventaja en el marcador mientras el Atleti entraba en período de desesperación. Habían entrado Correa y Gameiro, pero argentino y francés no tocaron el balón. A quien sí echó en falta el Atleti fue a Gabi: se marchó el capitán y el Atleti perdió el norte.

Otra contra blanca acabó con un pase preciso de Bale a Cristiano, que volvió a aparecer como '9'. Y para entonces el partido estaba acabado. El Atleti cosechó su segunda derrota consecuiva y parece haber perdido su idea clara de juego: seguir a la ofensiva o volver a las viejas ideas. En el lado contrario, un Madrid cuyo juego puede ofrecer dudas, pero al que los resultados son incuestionables. Simeone no acertó y necesita refrescar ideas, pero el público no ofreció dudas y ovacionó al argentino. El Calderón se quedó sin su legado soñado.