El final de la primera vuelta para la Sociedad Deportiva Eibar finalizó con el pie izquierdo. Los armeros, cayeron ante Barcelona. El Estadio Municipal de Ipurúa, escenario en donde quedó el 65% de los puntos armeros, terminó siendo una pesadilla para los de José Luis Mendilibar porque el equipo catalán consiguió la victoria por cero goles a cuatro. La última vez que el representativo guipuzcoano había encajado más de tres anotaciones, sucedió frente al mismo rival en el curso precedente, cuando por la jornada número 28 (6 de marzo de 2016), los de Luis Enrique consiguieron los tres puntos, a través de los goles de Munir El Haddadi, Lionel Messi en dos oportunidades y Luis Suárez.

Se observaron dos caras del Eibar. Por un lado, los primeros 25 minutos del encuentro. En este lapso, los azulgranas desempeñaron un partido atinado y certero. El Barça, atravesaba un momento complejo, víctima de la presión armera. Adrián González y Sergi Enrich, lideraban el hostigamiento armero. En consecuencia, Ter Stegen jugaba en largo. Asimismo, Jérémy Mathieu fallaba al pasar el balón. Por eso, Eibar acortaba los espacios, recuperaba, tocaba y llegaba al tercio superior con más claridad. A tal punto que, por desempeño, merecía abrir el marcador. Cuatro disparos a portería, dos de ellos elocuentes. El primero, un remate de Adrián desde la frontal del área que exigió a Ter Stegen. El meta teutón, se estiró y mantuvo el cero. Más tarde, Pedro León desde el costado derecho probó suerte pero la resolución fue centrada. Era el punto más álgido de los eibarreses en el partido. Barcelona, en este período de 25 minutos no se había aproximado al arco de Yoel Rodríguez. Incluso, el Barça acostumbra a vapulear a sus contrincantes en los pases concedidos. Pero, la diferencia era exigua (114 a 66). Desde otra perspectiva, las recuperaciones (18 a 16, para Eibar).

El Barcelona entre pragmático y concluyente

Según el viejo axioma del fútbol, los goles que no se convierten en un arco se terminan pagando en el arco propio. Esto le ocurrió a los de Mendilibar. Los vascos, no aprovecharon su situación en el partido. Ya había avisado, por intermedio de Luis Suárez. Ante el primer hueco de remate, el otro Suárez (Denis) capturó un balón en la frontal del área y desatascó el partido. Barcelona pasaba adelante en el marcador. Al igual que ante el Atlético Madrid en Liga, cuando Eibar se encontraba mejor, el contrincante le propinó un golpe al mentón. La diferencia mínima, aplacó al conjunto armero que se sintió tocado después del balde frío. Los culés, con un Messi inspirado empezaron a manejar la pelota. Se aprovecharon de una intensidad más tenue, desgastada y de un equipo que se encontraba fuera de sí. Los guipuzcoanos, prosiguieron con la ilusión de empatarlo, aunque con la historia a cuesta arriba el libreto era otro. En la búsqueda de igualar la desventaja, había espacios, el equipo se presentaba más largo, resquicios que el Barça capitalizó y sentenció en jugadas de peligro. Cada aproximación culé, tenía aroma a gol. Definitivamente, Eibar se quebró más en el gol de Messi al comienzo de la segunda parte y se terminó de apagar cuando le invalidan el gol a Adrián por fuera de lugar.

Adrián, puntal eibarrés en la primera parte. | Imagen: LaLiga
Adrián, puntal eibarrés en la primera parte. | Imagen: LaLiga

La pequeña e ínfima llamarada de esperanza, se desvaneció de un plumazo. Allá a lo lejos, quedaba la primera mitad de la etapa inicial, con un equipo local que no aprovechó su momento, sin poder transformar la superioridad de cara a la portería y cuando hubo cambio de roles, en los que Barcelona fue superior, se mostró endeble y vulnerable en las dos áreas, esparcido y sin estructura para defender, brumoso, espeso y debilitado. El mejor ejemplo de lo que fueron los eibarreses en los 75 minutos que sucedieron a la supremacía, se evidenció en el tercer gol. En esta acción y a diferencia del elenco armero, los catalanes capitalizaron un error propio para transformarlo en gol. Particularmente, Eibar aprovechó su momento de partido, pero no lo hizo con eficiencia desde el tercio superior, la diferencia que se reflejó en el luminoso.  

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Sobre el autor
Oscar Stefano De Antoni
Del profesorado de Historia y la Licenciatura en Periodismo.