El Eibar está creciendo. Es un club que desde el ascenso no ha parado de mejorar y eso se hace notar en la manera de fichar. Ha pasado de contratar a futbolistas veteranos y de poca proyección, a jugadores por hacer y con toda una carrera por delante.

Pere Milla, una renovación de futuro

Este es el caso de Pere Milla, un jugador renovado con la mirada puesta en el futuro. Desde su llegada a la entidad armera no ha jugado un partido oficial con el primer equipo y cada vez lo va a tener más complicado, viendo todos los refuerzos que están llegando. A sus 24 años, cuenta con una amplia trayectoria, puesto que ha jugado en el filial del Getafe, en el primer equipo del Logroñes y ha estado en calidad de cedido por tierras murcianas, en el UCAM Murcia, equipos en los que no lo ha hecho mal, pero le ha faltado continuidad. En ningún momento se ha ganado la confianza plena de sus técnicos en su paso por el UCAM (pero sí que es de mencionar que en el conjunto murciano fue de menos a más), y es que ha sido más un revulsivo que otra cosa.

Cuando desde la secretaria técnica del Eibar decidieron prestarlo al cuadro universitario, fue para que ganara experiencia y se curtiera mediante minutos de juego. Por desgracia, las cosas no han salido como estaban previstas y ha pasado un año algo irregular, dado que solo contaban con él para los minutos finales, para cuando todo estaba listo para sentencia. En cambio, en el tramo final de la temporada ha tenido más protagonismo.

Polivalencia ofensiva

Está claro que Pere es un jugador de ataque. Su juego se centra en la parcela ofensiva, es decir, juega en los últimos metros de cara a la meta rival. Es ahí donde se siente más cómodo y puede ocupar varias posiciones, por no decir todas. Se le ha podido ver de mediapunta, un puesto que le permite tener más movilidad y donde puede sacar a lucir el 'jugón' que lleva dentro; además de ello, ha actuado de extremo, aprovechando la profundidad con la que cuenta. Por último, el de la localidad catalana de Lérida, ha demostrado desenvolverse de forma óptima como ariete. En Madrid hizo muy buenos números jugando en dicha posición y puede que sea el sitio en el que deba jugar siempre.

Nuevo equipo, misma ilusión

El de Lérida se dispone a seguir creciendo en un equipo nuevo, en el Numancia de Soria. En el conjunto numantino se encontrará a un grupo lleno de talentos jóvenes y con ganas de hacer una buena temporada. Por ello, puede ser el equipo idóneo para seguir creciendo, con la mente puesta en el Eibar, disciplina a la que pertenece. En caso de que realice una campaña sensacional en Segunda, tendrá más opciones de volver a tierras vascas y de una vez por todas, triunfar en la máxima categoría del fútbol español.

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Sobre el autor
Joseba Ormazabal Fernández
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