Una de las últimas jóvenes promesas surgida del plantel, ese que tantas alegrías ha dado a la entidad culé en los recientes años, tiene nombre y apellidos: Carles Aleñá Castillo. Un jugador con un talento innato que parece no tener techo. Sin hacer ruido, y con el esfuerzo y el sacrificio como señas de identidad, se ha ganado un hueco en el filial de Gerard López sin haber finalizado su etapa como juvenil todavía. Un jugador que va quemando etapas a un ritmo difícilmente controlable, siempre un paso por delante del resto de sus compañeros, un chico que sabe que ha nacido para esto. Un joven con la mayoría de edad recién cumplida que está viviendo la vida que tantas veces soñó cuando era un niño. Las expectativas depositadas sobre él son enormes, y lejos de sentir esa presión, trabaja día a día con humildad para llegar a ser aquello que siempre ansió.

Un centrocampista talentoso

Carles Aleñá es un centrocampista al que le gusta marcar los tempos de las jugadas, un jugador al que le encanta tener el balón entre los pies. Capaz de ocupar hasta dos posiciones, que nada tienen que ver entre ellas, en el centro del campo: como mediocentro y como interior diestro. Y sí, han leído bien, diestro. A pesar de ser zurdo por naturaleza, Aleñá es de esos jugadores que disfruta a la hora de jugar a pierna cambiada, una posición que le facilita el disparo desde la media distancia. Las comparaciones son siempre odiosas, pero muchos ven reflejado en este joven los inicios de Leo Messi, un jugador eléctrico, con un exquisito dominio del balón, al que le gusta sortear defensores con sus verticales conducciones partiendo desde el costado derecho. Palabras mayores, sin duda.

Leo Messi, un modelo a seguir

Con la elástica de las categorías inferiores de la Selección Española suele jugar como mediocentro gracias a su capacidad para orquestar el juego y marcar el ritmo del partido. Capaz de filtrar pases entre líneas con suma facilidad. Su físico privilegiado también ha sido una característica fundamental para brillar con luz propia en una posición que exige mucho a nivel táctico. Sin embargo, con la del FC Barcelona se está destapando como un interior de ida y vuelta, con gran participación a la hora de crear. Las conducciones verticales son una de sus mayores virtudes: posee unas habilidades particulares para conducir el esférico con ambas piernas que le permite sortear a los rivales con una facilidad majestuosa. También debemos resaltar su capacidad para armar el disparo desde el borde del área. Sin recurrir a un golpe duro del balón, es capaz de poner en serios aprietos al guardameta con disparos realmente colocados, solo al alcance de jugadores de gran calidad. Por último, y no por ello menos importante, su habilidad para llegar a zona de remate en cuestión de segundos, lo que comúnmente se conoce como “llegada desde la segunda línea”, le permite finalizar un gran número de jugadas. Pese a ser un centrocampista, su vocación ofensiva lo convierte en un jugador decisivo en los metros finales. En el próximo video podremos observar lo comentado en las líneas anteriores: una sublime conducción con ambas piernas y un exquisito golpeo con pierna izquierda desde el borde del área. Un tanto de Carles Aleñá con el Juvenil A en el encuentro correspondiente a la fase de grupos de la UEFA Youth League donde FC Barcelona y AS Roma se vieron las caras en el Mini Estadi.

Un momento dulce

Carles Aleñá se ha ganado la confianza de Gerard López y su cuerpo técnico con sus recientes actuaciones al frente del Juvenil A. Un jugador que, además de poseer una serie de habilidades, es capaz de añadir esfuerzo, constancia y sacrificio en beneficio de los compañeros. Es por ello que suma ya 2 titularidades y un total de 338 minutos con el filial, a pesar de tener ficha de Juvenil. Y no solo eso, sino que también ha sido clave en momentos puntuales para sumar puntos en la lucha por la permanencia. Un jugador al que Gerard López tiene muy en cuenta a la hora de realizar las convocatorias y que de buen seguro será un jugador clave para evitar un hipotético descenso a Tercera División. El hecho de competir con el segundo equipo del FC Barcelona y en una categoría como la Segunda División B le permite seguir creciendo como futbolista. Lo que parece claro es que la progresión del joven jugador de Mataró va por buen camino y que, sin duda, no parece tener techo, algo realmente positivo para el FC Barcelona y, en especial, para La Masía, cuyo estado se encuentra en entredicho a día de hoy.