A estas horas el motor de búsqueda de Google habrá estallado, Leo Messi posiblemente será google trend mundial, el término (keyword) Clásico será tendencia e irá indisolublemente ligado al argentino, a su camiseta número diez. La escala de valores de 0 a 100 que establece Google para identificar las variaciones habrá tenido que ser modificada por el número 500, que representa desde el 23 de abril de 2017 la cifra de goles (googles) a la que ha llegado el estratosférico jugador de Rosario con la camiseta que mostró al Bernabéu y al mundo. No en vano con ese gol 500 en el minuto ‘noventayramos’ y ambos equipos buscando la victoria cerró el argentino un gran partido en el que se demostró que el Madrid es un gran conjunto, que suma a sus muchas virtudes la de no rendirse jamás, que el Barça volvió a demostrar su imprevisibilidad, la de toda la temporada; pero en el que fundamentalmente se corroboró que no ha existido jugador más determinante en la historia de los clásicos que Leo Messi.

Los 23 goles aportan un peso estadístico brutal, siendo especialmente decisivo en el Bernabéu, estadio en el que ha firmado catorce dianas, pero lo verdaderamente trascendental es el despliegue de juego del jugador argentino cada vez que pisa la alfombra verde del eterno rival. Aunque es obvio que sin el trabajo del resto de sus compañeros posiblemente Leo no habría llegado a estos guarismos, existen ocasiones en las que Messi parece comenzar las jugadas y hacerse las paredes a sí mismo para acabar batiendo al Real Madrid.

A veces el fútbol es maravilloso por inexplicable, pero existen ocasiones en las que resulta igualmente maravilloso por lo sencillo que resulta de explicar. Y el Clásico disputado en el Bernabéu se explica con el fútbol de libro de Leo Messi y la rosa de aquel gol en el último suspiro del encuentro. Con aquella aparición, su irrupción, su zurdazo al rincón de los imposibles, su sutil y devastador delete, erase y remove para todas las crónicas hasta ese instante redactadas. Sencillamente la firma de un futbolista colosal que independientemente de la resolución final del Campeonato ha permitido que siga habiendo emoción y Liga, posiblemente hasta la última fecha. Y es que Messi estuvo en todas, demostró por enésima vez ser aquel jugador total capaz de llevar al límite a sus adversarios y sostener a un irregular Barcelona que sin su presencia habría claudicado a toda aspiración al doblete.

Podría parecer injusto centralizar los elogios y el análisis sobre un gran partido en la figura de un solo futbolista, es más jugadores como Marcelo, Keylor, Rakitic o Sergi Roberto, son merecedores de una mención especial por su destacado desempeño, pero en el día del libro y la rosa, la Biblia del fútbol, su antiguo y nuevo testamento, todos sus capítulos y versículos comienzan y finalizan con la palabra D10S. Con los ‘500 googles’ que sirven para identificar a Lionel Messi, uno de los mayores genios de la historia del fútbol y posiblemente el más buscado por el motor de Google, su conjunto de algoritmos, que en la red a la que fue a dormir su zurdazo solo puede llevar su número diez.