Había ganas de este partido en Granada, y se iba a notar y de qué manera. La afición mostró el anhelo que tenía de un triunfo de su equipo en casa volcándose con ellos animando ininterrumpidamente desde que rodó el balón en Los Cármenes. Se notaba también el parón de selecciones, seguro que tanto afición como jugadores deseaban de darse una alegría tras estas dos semanas sin competición. Lo necesitaban, urgía en el feudo andaluz una victoria  que seguramente serviría como reconciliación entre afición y equipo tras los malos resultados de los de Caparrós anteriormente. Era  lunes y el estadio estaba completamente lleno, pero no todo acaba como uno desea, y es que el partido finalizaría con el final de siempre, un Granada negado de cara al gol que hoy tampoco consiguió ni alzarse con la victoria ni anotar ni siquiera un gol.

Eso sí, la afición notó que el equipo rojiblanco tiró de casta y coraje para darles esa satisfacción que tanto ansiaban, pero no fue suficiente con eso. Ni jugando en casa, ni con la afición volcada, ni jugando con un jugador más durante casi toda la segunda parte se pudieron cosechar los tres puntos ante el equipo almeriense.

El jugador más destacado de la primera parte, Rubén

Empezaba la primera parte y el equipo local salió motivadísimo, jugando unos 25 primeros minutos fantásticos, destacando sobre todo la intensidad de los jugadores de banda diestra. La afición nazarí no sabe aún cómo  no consiguió vio adelantarse a su equipo. Llegaba el minuto ocho y con ello una  jugada por banda derecha de Foulquier y Piti, que este último se sacó de la manga un centro espléndido que encontró como rematador a El Arabi y que Rubén salvó el primer gol del encuentro con una muy buena estirada. En el minuto 22 un despeje muy malo de Trujillo, que Fran Rico aprovechó para lanzar un disparo que se le desvío  pero que  justo le iba a caer a El Arabi, pero que no obstante, a pesar de tener todo a su favor, su remate de cabeza nuevamente se encontraría con Rubén para que éste salvase el gol.

El Almería por su parte respondió al equipo local con tímidas ocasiones y poco a poco intentaba adelantar líneas pero sin inquietar mucho la meta de Roberto. Llegaba la media hora de partido y salía en la pantalla digital un claro dato que certificaba el claro dominio del equipo granadinista,  siete disparos del Granada por uno del Almería. En el minuto 31 tuvo lugar una jugada por banda derecha del Almería que el veterano jugador de los visitantes, Soriano, se iba a encargar de rematar de cabeza fuera por poco. A los cinco minutos, el protagonista del partido, Rubén volvió a evitar el gol del equipo rojiblanco aunque esta vez fue suyo el fallo que propició la ocasión. Error en la entrega a uno de sus compañeros que recuperaría el Granada pero que finalmente el disparo  de Pitilo mandó a córner el guardameta.

A pesar del empuje de la afición, la intensidad de los locales, y las ganas que se palpaban en el ambiente del conjunto rojiblanco por darle una alegría a los suyos, el partido acabaría como lleva siendo habitual en Granada desde, aunque parezca una locura, la primera jornada de Liga, en la que ganaron,  y consiguieron su primera y única victoria de la temporada en casa, al Deportivo por 2-1.

No supieron aprovechar el regalo que les hizo Azeez

Iba a empezar la segunda parte de la mejor manera para los rojiblancos, no por hacer gol, ya que la afición nazarí probablemente se haya olvidado de su equipo marcando un gol en su estadio, si no porque se encontraría en una situación de superioridad numérica casi toda la segunda parte. Ramon Azeez haría una entrada durísima sobre Iturra lo que provocó la segunda amarilla y expulsión del jugador del equipo visitante.

Caparrós, al encontrarse con ese regalo inesperado, decidió ir a por todas incorporando al partido a un delantero más, que iba a ser Jhon Córdoba, en sustitución de Abdoul Whaid Sissoko. La afición también aumentaría sus ánimos hacia su equipo ya que se acariciaba la victoria en Los Cármenes. Y es que si ya dominó el partido en la primera parte con igualdad de condiciones, eso sí, con muy buenas réplicas de su rival, ahora con un jugador más lo tenía todo de cara para llevarse los tres puntos y volver a la senda victoriosa.

Demostró nuevamente su condición de equipo menos goleador

Tampoco fue así, y eso que lo tuvieron todo a su favor. Empieza a resultar seria esta escasez de gol que presenta el Granada partido tras partido. Es impensable que el equipo andaluz, teniendo la mejor delantera que se recuerda en años, sea absolutamente incapaz de hacer un gol en su campo. Finaliza la jornada 12 y a pesar de contar con mejor equipo que muchos de primera, es el equipo menos goleador de la Liga BBVA. Y esto se notó, sobre todo la afición. Se batían ante un equipo a priori inferior a ellos por plantilla, con uno menos y aún así no fueron capaces de firmar ni un sólo tanto.

Los cambios de Caparrós esta vez no dieron sus frutos

En el minuto 62 iba a llegar la ocasión más clara del partido. Gran centro de Rochina y remate picado abajo poderosísimo de Jhon Córdoba que se marchó fuera por poco. Quizás quiso ajustar demasiado el balón porque lo tenía todo de cara para lograrlo por fin. Quedaban 25 minutos de partido y Caparrós quería la victoria sí o sí y a eso se debió que metiera otro delantero más, en este caso Isaac Success daría el relevo a El Arabi, jugador más destacado por sus ocasiones de la primera parte del equipo del Granada.

 Estaba sufriendo el Almería ya que empezaba a notar el jugar con uno menos, pero más que por buen juego del equipo local por sus constantes arreones. Pero para su deleito, el tiempo empezaba a correr más y más  rápido. La afición y los jugadores  se impacientaban en Los Cármenes. Minuto 73, y ahora sí que sí, la afición se levantaba, enmudeció para contemplar el gol Jhon Córdoba, que se encontró en un mano a mano con Rubén pero cuando se iba a acomodar la pelota para disparar y hacer el ansiado tanto , se le fue el control, dándole tiempo así a despejar a la defensa almeriense. No podía creérselo la afición granadinista.

Un empate que no sabe prácticamente a nada

Cinco minutos, tan sólo cinco minutos para que finalizase el partido. La afición y el equipo seguían viendo viable la machada. Últimos cinco minutos, había que darlo todo, la gente no paraba de animar, pero un nuevo contratiempo les arrebató la pizca de ilusión que habitaba en la grada de Los Cármenes. Rubén Rochina tras un disparo desde fuera del área se iba a lesionar en el abductor lo que provocó  que tuviera que retirarse del terreno de juego, dejando a su equipo con uno menos e igualando así el número de jugadores sobre el campo de cada equipo. La afición lo necesitaba pero por desgracia, se había roto.

Se añadirían cuatro minutos al partido y la afición comenzaría a dar paso a una serie de silbidos hacia su equipo. Pues tampoco consiguieron en estos minutos de descuento los rojiblancos darles los tres puntos, por lo que  al finalizar el partido, la afición no dudó en desahogarse con ellos mediante una monumental pitada. Muy lógico dicho enfado, y es que su equipo lleva sin marcar desde la jornada número uno en su estadio, además cuentan con una media de 0,5 goles por partido. El siguiente partido, los de Caparrós visitan el Sánchez Pizjuán, aunque seguro que después de este triste empate, poca gente esperará que el equipo saque algo positivo en ese duelo.