El cargador de balas del Granada CF se va quedando vacío. De las seis que restaban, hoy ha desperdiciado la primera ante un Valencia CF de Champions que a medio gas fue capaz de golear al equipo franjirrojo. Dos goles en la primera parte y dos en las postrimerías del encuentro sentenciaron un partido sin historia desde que comenzó hasta que se escuchó el pitido final.
Partido sin historia
El partido fue malo, especialmente por parte de los visitantes. En los primeros minutos los de Abel Resino trataron de hacer el encuentro lo más trabado posible, y lo consiguieron. No había fluidez por parte de ninguno de los dos equipos. Esto duró hasta el minuto 20' aproximadamente, cuando el Valencia consiguión hacerse con el control del esférico. Hasta el minuto 24' no hubo ni una ocasión, la tuvo en este caso Parejo con un buen remate de cabeza que Roberto envió a córner con una buena parada.
Poco más aguantó el Granada. Después de esto, un despeje de Mainz daría origen al primer tanto valencianista. El saque de esquina lo remataba de cabeza Javi Fuego al fondo de las mallas, corría el minuto 26'. Los locales continuaron dominando sin problemas ante un Granada que no era capaz de ocasionar ningun problema al equipo ché. En el minuto 38', una internada de Barragán en el área granadina acabó con el derribo de Mainz. Penalti que convertiría Parejo en el 2-0. Con este resultado se llegó al descanso.
En la segunda parte, el Valencia cedió la iniciativa al Granada. Los franjirrojos tocaban sin profundidad y el equipo de Nuno simplemente esperaba la ocasión para enganchar una contra y sentenciar el partido. Tras varios intentos fallidos, hubo que esperar a los minutos finales para ver dos nuevos goles. La entrada de De Paul en el campo fue determinante para esto, ya que participó activamente en los dos tantos, el 3-0 pasándole el balón a Feghouli que batió con un potente disparo a Roberto en el minuto 85', y el 4-0 poniéndole un centro medido a Negredo que con un gran remate de cabeza cerraba el marcador.
Un Diego Alves de récord
El portero brasileño del Valencia batió varios récords hoy ante el Granada. El primero de ellos al terminar sin encajar goles la primera parte, con ello igualaba el récord de imbatibilidad en Mestalla de un portero valencianista, que hasta hoy ostentaba Pep Balaguer. Tras acabar el partido con la portería a cero, el récord se queda en 594 minutos. Además, el hecho de terminar el encuentro sin ningún gol en contra ha hecho que sea el primero en mantener a cero la portería valencianista en Mestalla durante seis partidos consecutivos.
El balón parado
Un recurso al que en ocasiones se le da poca importancia, pero que la tiene, y mucha. Un ejemplo de ello ha sido el partido de hoy. Dos equipo en polos opuestos en este tema son el Granada, que la jornada pasada consiguió su primer gol a balón parado de la temporada ante el Sevilla, al marcar un gol al saque de un córner. En el caso contrario se encuentra el Valencia, que hoy abría el marcador marcando su undécimo gol tras saque de esquina, lo que lo convierte en el segundo equipo que más aprovecha este recurso, tan solo por detrás del Atlético de Madrid.
El segundo gol del Valencia también fue a balón parado, tras transformar un penalti. El Granada, con unos problemas muy graves de cara al gol, debería trabajar con ahínco este aspecto, que puede proporcionar ocasiones cuando no eres capaz de generarlas con tu juego, sin embargo parece no ser así, o al menos no da los frutos que debiera.
Ataque nulo
Lo del ataque del Granada merece mención aparte. Como viene sucediendo durante toda la temporada, el ataque es totalmente nulo. Ya no depende de quién ocupe los puestos de delantero, sino de la imposibilidad del conjunto nazarí para crear ocasiones. Lo de hoy no ha sido más que otro ejemplo de la incapacidad de los rojiblancos para hacer goles. Cero tiros a puerta en el partido de hoy, algo intolerable para un equipo que se está jugando el descenso.
Toca levantarse
Aún después de todo lo malo del Granada, y tras haber ganado solo cuatro partidos, todavía mantiene opciones de salvarse, y eso pasa por levantarse del golpe de hoy y ponerse las pilas para enfrentarse la próxima jornada al RCD Espanyol en Los Cármenes. Un partido en el que sólo vale la victoria, ya que de los cinco partidos que quedan, probablemente el Granada necesite ganar al menos cuatro de ellos para mantenerse.