El Granada perdió en Butarque con todo merecimiento. Machís, cedido por el cuadro andaluz, puso la puntilla a un equipo que fue incapaz de hacer ni una ocasión clara de gol. Continúa la historia del doctor Jekill y Mr. Hyde. Parece mentira que los jugadores que brillan en casa sean los mismos que naufragan fuera. En la segunda parte, el cansancio castigó a los horizontales.

Ganar y salir del descenso. Esa era la premisa con la que llegaba el Granada a Butarque. Para ello los de Lucas Alcaraz llegaban con varias bajas sensibles. Cuenca, Vezo y Samper sustituyeron a Foulquier, Gastón Silva y Uche en el once. En la grada, medio centenar de aficionados, capitaneados por la Peña del Granada en Madrid, los apoyaban.

Demasiado miedo al error en Butarque

En los primeros cinco minutos el balón tuvo un solo dueño. El CD Leganés. El Granada presionaba la salida  para después esperar agazapado. Robar y salir. En una de esas Adrián Ramos se quedó solo frente a Herrerín pero el juez de línea pitó un inexistente fuera de juego.

Junto con Ochoa, Wakaso fue lo más destacado del Granada en la primera. (Foto: LFP)
Junto con Ochoa, Wakaso fue lo más destacado del Granada en la primera. (Foto: LFP)

Cuando parecía asentarse en el campo el conjunto nazarí, llegó el acercamiento más peligroso hasta el momento de los locales. Szymanoswki le ganó la espalda a Cuenca y centró un esférico al que Miguel Ángel Guerrero no llegó de milagro en boca de gol. Tres minutos más tarde el delantero pepinero pidió penalti por un derribo en el área. Entorno a un gran Rubén Pérez (otro rojiblanco cedido), el Leganés era el dueño del partido. El Granada sufría por la banda de Cuenca y no conseguía hacerle llegar balones en superioridad a los hombres de ataque. El Zhar por la derecha lo intentaba pero Héctor lo contenía bien.

Los nazaríes igualaron poco a poco el partido, pero no tenían fluidez en mediocampo. El equipo madrileño llegaba más. En el 28’, Ochoa salvó un disparo a bocajarro de Guerrero, aunque la jugada estaba invalidada por posición ilegal. El choque entró en una dinámica de imprecisiones por parte de ambos. Un par de pérdidas de Vezo y Samper pudieron costarle caro al Granada. Wakaso se multiplicaba para cubrir la espalda a sus compañeros. A cinco minutos del final Ochoa realizó otra parada de mérito, esta vez a Siovas, pero la jugada estaba de nuevo anulada por fuera de juego de Mantovani. La primera parte llegó a su fin sin más historia. El gran protagonista de la primera mitad fue el miedo. El pavor a fallar, especialmente en el conjunto rojiblanco.

Machís hizo el gol pepinero

El partido se reanudó con un mejor Leganés. Los granadinos esperaban encerrados las acometidas rivales. En defensa por momentos parecían despertar los fantasmas de los errores de bulto. Los pepineros apretaban más que nunca. Mantovani tuvo la más clara en un cabezazo que se fue por poco. El Granada achicaba aguas con una medular totalmente superada. Al cuarto de hora, Alcaraz sacó a Carcela, que estaba amonestado, para introducir a Koné. El cambio no cambió la tónica del juego. El Zhar pudo adelantar a los suyos pero disparó flojo  a las manos de Ochoa.

Samper disputa un balón con Rubén Pérez. (Foto: LFP)
Samper disputa un balón con Rubén Pérez. (Foto: LFP)

Con el pasar de los minutos, el Leganés seguía dominando pero asfixiaba menos. Un recién ingresado Machís probó desde lejos. El Granada era incapaz de llegar a campo rival. Los andaluces se veían muy cansados, fruto de la exigente semana de la que venían. Boga por Pereira fue el segundo cambio en los nazaríes. A la media hora creció el Granada. Los visitantes pisaron área rival gracias a un par de faltas y un córner, eso sí, jugadas sin peligro alguno.

Cuando mejor estaba el equipo andaluz llegó el gol del Lega. Una pérdida en mediocampo de Lombán terminó con el gol de Machís a la contra. Cuña de la propia madera. La que más duele. El venezolano pidió disculpas tras marcar. Alcaraz metió a Ponce por Lombán en busca del empate a la desesperada. Ni por esas creó peligro el Granada. En la recta final pudo llegar el segundo de los locales pero el encuentro finalizó sin más cambios.

El Granada dejó escapar su primera oportunidad de salir del descenso. La próxima semana volverá a Los Cármenes, donde al calor de su público, parece otro. El rival será el Atlético. Luego viajará a Gijón, recibirá al Barça, irá a jugar contra el Dépor... Esto no para. De poco sirve lamentarse.