En las buenas y en las malas. La afición pepinera acompaña a su jugadores sin importar su situación, dejándose llevar por los colores de su equipo. La división en la que se encuentre no es un hecho trascendental para los aficionados, que acuden al campo jornada tras jornada para ver a su equipo.

Butarque acostumbra a verse lleno, pero cuando su equipo navega viento en popa es un auténtico hervidero y como muestra de ello están las cinco jornadas que se han disputado hasta el momento de la presente liga. Es el estadio de la Liga Santander con más ocupación en este inicio de temporada con un 94,46% que refleja el continuo apoyo que reciben los jugadores cuando juegan en casa. Una gran diferencia respecto al resto de equipos, el verdadero jugador número 12 de la liga se encuentra nada más y nada menos que en Butarque.

Pero no solo son alentados cuando juegan en casa, sino que también reciben el calor de la afición en cada salida que hacen. Las gradas rivales se tiñen en parte de blanquiazul y tanto técnico como jugadores reconocen este esfuerzo públicamente. La pasada jornada se logró una gran movilización a Valencia, donde más de 700 aficionados se hicieron un hueco en la grada para animar al Leganés desde el primer minuto hasta el último sin importar el resultado.

Las 11.454 localidades se han quedado escasas para un equipo que parece haberse asentado en primera. El club aspira a hacer una nueva ampliación de aforo como ya se hizo la pasada campaña tras el ascenso a la Primera División. Esta temporada no será posible, pero tienen en mente hacerlo cuanto antes para seguir creciendo con el gran proyecto que ya han comenzado a llevar a cabo mediante la instalación de una nueva ciudad deportiva. Paso a paso el Leganés se va convirtiendo en un equipo de alta categoría hecho por y para sus aficionados.