El ariete Borja Bastón, llegó del Swansea City este pasado verano por 6 millones. Tras no tener continuidad en el club de Gales, recaló en el equipo de la Costa del Sol, mediante una cesión. El listón lo había dejado bien alto Sandro Ramírez con 16 tantos y 5 asistencias en la campaña anterior así que Borja arrancó la temporada siendo la referencia en ataque en los primeros 5 partidos de Liga en los que no aportó ningún tanto al equipo y fue una de las consecuencias de las 5 derrotas consecutivas.

Este mal inicio junto con su lesión de tobillo provocó la desconfianza del Michel que en las siguientes jornadas empezó a prescindir de los servicios del madrileño en ataque y quedó relegado a un segundo plano en el planteamiento ofensivo del Málaga CF. Su producción ofensiva está siendo muy por debajo de lo esperado aportando dos goles en 762 minutos disputados, lo que supone 1 gol cada 4 partidos e incrementa la crisis con el gol que tiene  el equipo.

A Borja Bastón le toca reconciliarse con el gol porque calidad técnica tiene de sobra y ha dado destellos de ello en estos primeros meses de competición con su capacidad para bajar balones y protegerlos, poderoso juego aéreo y potencia en la conducción del balón, quizás la falta de ritmo le ha lastrado a la hora de adaptarse en el club pero si el Málaga CF quiere seguir en la máxima categoría del fútbol español necesitará una mejor versión del jugador madrileño.

Hasta el momento es el fichaje más decepcionante que ha hecho la secretaría técnica del Málaga para esta temporada pero sin embargo es el que mayor margen de mejora tiene. Necesita reivindicarse para así demostrar  que es el delantero para este equipo.